Rabat, 15 enero- El ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, pidió hoy un mayor apoyo de los países europeos en el conflicto del Sáhara Occidental, después de organizar una conferencia telemática internacional de apoyo al proyecto marroquí de autonomía sobre el territorio en disputa.
«Europa debe salir de la zona de confort, el confort de decir ‘hay un proceso (de negociación) y lo apoyamos’, aunque ese proceso pueda durar décadas», dijo Burita, para quien Europa «debe estar en la dinámica internacional impulsada por Estados Unidos» de apoyar una autonomía para el Sáhara dentro de la soberanía marroquí del territorio.
Preguntado específicamente por el caso de España, Burita dijo: «Hay que preguntarle por qué hoy no estuvo ahí», en referencia a la conferencia de apoyo a la autonomía.
El ministro dijo que hay varios países europeos que se han mostrado favorables a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, y también acuerdos firmados en nombre de la Unión Europea que reconocen el territorio del Sáhara como marroquí, pero pidió un apoyo más claro.
«Hoy hace falta un movimiento del conjunto de Europa para apoyar la única perspectiva posible de arreglo a la cuestión del Sáhara, la autonomía en el marco de la soberanía marroquí», remachó Burita.
El ministro no negó la validez de las negociaciones sobre el conflicto -ahora congeladas-, pero afirmó que para Rabat hay que aclarar antes de sentarse en una mesa «con quién se negocia» y «qué se negocia», especificando que toda solución debe pasar por la autonomía marroquí.
El único país europeo que tomó parte en la conferencia internacional para apoyar la postura marroquí fue Francia, tradicional valedor de Marruecos en el tema del Sáhara y que gracias a su asiento permanente en el Consejo de Seguridad logra sistemáticamente bloquear toda resolución contraria o crítica con Rabat.
La conferencia reunió a cuarenta países, principalmente de África, el mundo árabe, América Central y las Caribes, que expresaron uno tras otro su apoyo a la autonomía marroquí sobre el Sáhara, calificada repetidamente como «una opción seria, creíble, realista y duradera», así como «la única solución posible».
Figuraban como organizadores Estados Unidos y Marruecos, y visiblemente había sido organizada para aprovechar los últimos días de mandato del Gobierno de Donald Trump, quien el pasado 10 de diciembre tomó al mundo por sorpresa al anunciar un acuerdo tripartito por el que su país reconocía la «marroquinidad» del Sáhara y Marruecos restablecía relaciones con Israel.
Y de hecho, el subsecretario de Estado para Oriente Medio y el norte de África, David Schenker, copresidió la conferencia virtual junto con Burita, antes de dar la palabra a una decena de países de varios continentes en nombre de los cuarenta.
El propio Schenker visitó el pasado fin de semana El Aaiún y Dajla, las dos mayores ciudades saharauis, y confirmó que su país abrirá próximamente un consulado en Dajla, sumándose así a los veinte países de en los últimos meses han abierto oficinas consulares en alguna de las dos ciudades.