Ciudad de Panamá, 20 julio.- El expresidente de Panamá Ricardo Martinelli enfrentará este miércoles un nuevo juicio, tras la anulación del primero, por un caso de espionaje político durante su mandato (2009-2014), que se iniciará un mes después de la fecha prevista debido a dos suspensiones.
Martinelli, de 69 años, aseguró a través de redes sociales que esta vez sí asistirá a la audiencia, luego de ausentarse las dos fechas anteriores alegando un reposo médico por una operación de la columna, y de que el Tribunal afirmara que no aceptaría más dilaciones.
Por este caso, conocido como «pinchazos», el expresidente fue declarado en agosto de 2019 «no culpable» en un primer juicio, en el que enfrentó 4 cargos que sumaban 21 años de cárcel y que fue anulado por un tribunal de Apelaciones.
Ahora solo enfrentará dos delitos: interceptación de telecomunicaciones; y seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización judicial, que lo exponen a una pena de hasta 8 años.
Martinelli, quien siempre ha dicho ser inocente, ordenó interceptar las telecomunicaciones de más de cerca de 150 personas, entre ellas, empresarios, políticos rivales e incluso aliados suyos y periodistas, de acuerdo con la acusación.
Este caso ha sido largo y complicado. Comenzó en junio del 2015 en la esfera de la Corte Suprema de Justicia porque entonces Martinelli era diputado centroamericano y gozaban de esa prerrogativa.
Tras ser extraditado el 11 de junio de 2018 por Estados Unidos, donde estuvo preso un año batallando contra su entrega a Panamá, Martinelli renunció a la diputación regional, por lo que el caso pasó a la Justicia ordinaria.
El juicio arrancará este miércoles y podría alargarse durante semanas, pero no con la misma duración del primero, ya que hay menos querellantes, explicó a Efe el Órgano Judicial.
Esta semana se hizo público que al menos dos de los seis querellantes retiraron sus acusaciones tras un acuerdo económico con el expresidente, de acuerdo con la información filtrada a los medios locales.
Balbina Herrera, una de las querellantes que continúa en el proceso, le dijo a Efe que Martinelli «sabe que no tiene otra salida que ir a la audiencia, y por más que quiera negociar con las víctimas (…) conmigo no tiene nada que hablar».
En Panamá, además de este caso, Martinelli está imputado y tiene prohibido la salida del país por el caso Odebrecht, por el que se le imputó el delito de lavado de dinero, al igual que en el caso «New Business», vinculado a la compra de un conglomerado de medios.
En España, la Audiencia Nacional ordenó este año investigar a Martinelli por presuntos delitos de corrupción en transacciones internacionales y blanqueo de dinero producido, al menos parcialmente en España, en una causa que involucra a la constructora FCC y en la que el expresidente ostentará la condición de investigado, es decir imputado.
Dos hijos del expresidente panameño, Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, están detenidos desde hace más de un año en Guatemala debido a una solicitud de EE.UU., que los reclama en extradición por las coimas del caso Odebrecht.