Kinsasa, 4 feb – Más de 2.000 cadáveres se han enterrado en la ciudad de Goma, en el noreste de la República de Democrática del Congo (RDC), y sus alrededores por los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) de la semana pasa, informó el portavoz del Gobierno de la RDC, Patrick Muyaya.

«Los servicios del Ministerio de Sanidad me ha informado de que se han enterrado más de 2.000 cadáveres, para que se hagan una idea de las masacres que se han cometido en la ciudad», dijo Muyaya a última hora del lunes en declaraciones que recogen este martes medios locales.

Esta cifra, no obstante, no tiene en cuenta el número de personas que han sido sepultadas en fosas comunes, afirmó, por su parte, el ministro de Interior y Seguridad, Jacquemain Shabani, que participó con el portavoz en un rueda de prensa nocturna en Kinsasa.

El número aportado por el Gobierno congoleño es significativamente mayor que el avanzado este lunes por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que cifraba el número de muertos en Goma y sus alrededores en 900.

En su informe, además, la OCHA alertaba de que «todavía muchos cadáveres cubren las calles de la ciudad» y detallaba que 2.880 heridos fueron admitidos en centros médicos entre el 26 y el 30 de enero, mientras que, en otro documento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevaba la cifra a 2.958.

Muyaya también denunció que en Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, se están produciendo «secuestros forzosos para obligar a los jóvenes a unirse al movimiento terrorista».

Y aseguró: «No permitiremos que nuestra población siga bajo el yugo de quienes la han masacrado impunemente».

Por su parte, el grupo rebelde M23 declaró este lunes un alto el fuego por motivos humanitarios en el este de la RDC a partir de este martes, una semana después de tomar Goma, capital de unos dos millones de habitantes y donde tienen su sede ONG internacionales e instituciones de las Naciones Unidas.

En un comunicado, la Alianza Río Congo (AFC-M23, en francés), coalición político-militar de la RDC que integra al M23, afirmó que «en respuesta a la crisis humanitaria provocada por el régimen de Kinsasa, declara un alto el fuego a partir del 4 de febrero de 2025, por razones humanitarias».

El lunes se cumplió una semana desde que el M23 -grupo armado formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ocupara Goma, ciudad que los rebeldes ya controlaron durante diez días en 2012, antes de que la presión internacional forzara su retirada.

Esta ofensiva ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.

Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido corroborada por la ONU.

La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, avanzó por varios frentes hasta alcanzar Goma.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).

EFE

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