Antioquia, Colombia, 3 agosto de 2022.- Campesinos, mineros ancestrales, líderes y lideresas de las veredas Los Chorros, Rancho Quemado, Las Manuelas, Los Helechales, Arenales, Aguacates, San José del Pescador, Cañaveral, y Monte Frío, de la zona rural de los municipios de Remedios y Segovia, en el Nordeste antioqueño, se han declarado en emergencia humanitaria bajo la figura de refugiados.
Son cerca de 500 personas entre las que se encuentran, hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes, quienes reclaman la atención del Estado, las garantías de seguridad y de no repetición del conflicto en sus territorios.
Además, reclaman ante todo el respeto por la vida y las acciones de paz en una zona que no ha vivido un solo momento de tranquilidad.
La construcción de un centro de salud, una educación digna, saneamiento básico, mejoramiento de vías, energía eléctrica, atención a víctimas, seguridad alimentaria, atención a la primera infancia y adulto mayor, inversión social, vivienda digna, seguridad integral y comunitaria, la no militarización de los territorios, capacitación a comunidades e implementar proyectos de subsistencia (No Estractivista).
Tanto la Gobernación de Antioquia y el Gobierno de Iván Duque dejaron a estas comunidades a merced de diferentes actores armados que han incrementado la disputa territorial, dejando cada día una intensificación de acciones armadas en las que ha quedado en medio, la población civil.
Lo que está ocurriendo en estos territorios es la consumación total de la pérdida de soberanía del Estado sobre la región.
Esta fue una de las razones por las que una comisión de 25 organizaciones sociales de la ciudad de Medellín, se solidarizó y viajó hasta esa zona para acompañar a estas comunidades.
El resultado que se espera es que el gobernador Aníbal Gaviria, no siga dilatando acciones constitucionales para proteger y reivindicar los derechos fundamentales de cada una de estas poblaciones.
El poder armado copó de manera total a Antioquia y amplió igualmente el monopolio de las armas desde zona rural de El Bagre y el Sur de Bolívar hacia las comunidades refugiadas.
El reto del nuevo presidente de la República, doctor Gustavo Petro, será devolverle a estas personas la esperanza en la paz y en las transformaciones sociales por la paz y la vida.
Queda pues la alerta manifiesta sobre el avance paramilitar y la ocupación de otras estructuras armadas que se imponen sobre el derecho legítimo de estas poblaciones a vivir libres y en paz.
¿Dónde está el Estado?
