La Haya, 17 abr – El Mauritshuis de La Haya ha presentado este jueves los resultados de una investigación sobre tres pinturas de su propia colección atribuidos a Rembrandt van Rijn y se ha demostrado que dos de las obras no son auténticas del pintor neerlandés, aunque sí se hicieron en su taller, pero se mantienen las dudas sobre la autoría del tercer cuadro.
Tras cinco años de investigación, el museo ha confirmado que “Retrato de Rembrandt con cuello de encaje” (1629) y “Estudio de un anciano” (1655-1660), que durante años fueron atribuidas a Rembrandt, no son en realidad obras del neerlandés, mientras que “Tronie de un anciano” (1630) sigue generando dudas y no ha podido ser atribuida con certeza. Las pinturas pudieron haber sido hechas por un alumno o asistente de maestro barroco.
La investigadora Carol Pottasch explicó, en una rueda de prensa en el museo, que el análisis de la madera permite concluir que las obras vienen del taller del artista: “Al contar los anillos del árbol en los bordes de las obras, te das cuenta de que tienen un patrón único, como una huella digital, y eso coincide con obras que son auténticas de Rembrandt”.
Se sabía desde hacía 25 años que “Retrato de Rembrandt con cuello de encaje” no era un verdadero Rembrandt, puesto que en 1999 se encontró un boceto preparatorio bajo la pintura, lo que no es típico de sus obras, y eso permitió descubrir que es una copia de un autoretrato temprano, cuyo original está en el Germanisches Nationalmuseum en Núremberg (Alemania).
Pero el Mauritshuis decidió investigar la obra de nuevo y de paso restaurarla, aunque se mantiene sin respuesta la principal pregunta: ¿quién lo pintó? “Los expertos no están seguros: «Tal vez fue Gerrit Dou, el primer alumno de Rembrandt en Leiden”, dijo hoy el museo.

La pintura “Estudio de un anciano” lleva la firma auténtica de “Rembrandt f” (Rembrandt fecit”, hecho por Rembrandt), pero, subraya la pinacoteca, en el siglo XVII no era raro que un maestro firmara el trabajo de un alumno, puesto que se vendía mejor.
Tras la investigación, los expertos subrayan que la calidad no convence y esta obra parece hecha “con esfuerzo”, como si un alumno tratara de imitar a Rembrandt.
“Los ojos están borrosos, la nariz poco clara. Se ven líneas fuertes en la barbilla, como correcciones hechas mientras se pintaba. Quizás fue Rembrandt mismo corrigiendo el trabajo de su alumno. Conclusión: hecho por alguien del taller de Rembrandt”, señala el Mauritshuis. Esta pintura no ha podido ser restaurada porque es demasiado frágil, incluso para las técnicas más avanzadas.
Las dudas sobre la autoría de “Tronie de un anciano” se mantienen, porque si bien una radiografía mostró que Rembrandt hizo cambios durante el proceso y la madera del panel viene del mismo árbol que usó el pintor en dos de sus obras, “hay cosas que no encajan”, señaló el museo.
“Las pinceladas son algo toscas, los detalles rojos en los ojos no parecen de Rembrandt, falta precisión. Por otro lado, otras partes son de muy buena calidad, como el gorro del anciano que está muy bien pintado. El fondo fue repintado con un tipo de pintura que Rembrandt no usaba en esa época”, continuó.
El Mauritshuis tiene una de las colecciones más grandes de Rembrandt en el mundo. Se sabe con certeza que once obras son auténticas del propio artista, pero sobre otras siete hay dudas o ya se ha confirmado que no las hizo él.
Las tres pinturas investigadas, que el exdirector del museo Abraham Bredius adquirió en el sigo XIX, se expondrán en la pinacoteca a mediados de julio.
EFE