Medellín, Colombia, 26 julio de 2022.- En Medellín todos saben donde venden droga. Todos han visto a una patrulla que es sobornada por bandidos. Muchos han pagado para que la tecnomecánica salga bien. Han dado un dinero para que el resultado de los exámenes esté perfecto, la tesis pase la prueba o el guarda no haga el parte. Han buscado a un malandro para que les arregle un problema. A casi todos les cobran vacuna por vender, por comprar, por pasar, por parquear. Han comprado un repuesto de dudosa procedencia, han tenido un celular robado, se han colado en una fila, han sido “swinger”, infieles y hasta saben dónde están y cuánto vale acostarse con un (a) trabajador (a) sexual.
El ser humano suele esconder lo más oscuro de sí, para aparentar que es un alma limpia. Pero qué va. Todos tienen algo que ocultar, algo que les avergüenza, pero que hacerlo les sacó jirones de satisfacción alguna vez. Y así debe permanecer. El lío es cuando se ve descubierto. Yo no fui, me obligaron, no sé qué me pasó. Estaba borracho, drogado, no estaba en mis cabales y ¡suaz!, nos rasgamos las vestiduras.
En esta comunidad llamada Medellín ocurre igual. Normalizamos ver a jíbaros ofreciendo droga, a adolescentes consumiendo estupefacientes y licor y a jóvenes vendiendo su cuerpo en zonas rosa. Ah, pero si alguien se atreve a denunciarlo, a manifestar voz en cuello cualquiera de estas realidades, a ese lo atacamos. Y mientras lo vapuleamos, lo “pordebajeamos”, solucionamos u ocultamos más el problema.
El portal de noticias ANÁLISIS URBANO, publicó hace ocho años un texto llamado “¿Nos rasgamos las vestiduras ante el Medellín burdel o mejor actuamos?”
en el que expusimos esta situación que ocurre hace muchos años en la capital antioqueña y que ahora parece ser una realidad estruendosamente perversa. Sí, en Medellín hay un turismo sexual que en el exterior todos conocen y vienen a buscar. Es un paraíso de drogas y sexo, una realidad que trae aparejada muchas violaciones a derechos humanos y comisión de delitos.
Aplaudimos que la Administración Municipal haya tomado medidas, pero esto no es nuevo. Es algo que todos sabían. Por eso, es una tarea de TODOS acabar con esta mala fama. ¿actuamos o nos rasgamos las vestiduras? (https://analisisurbano.org/nos-rasgamos-las-vestiduras-ante-el-medellin-burdel-o-mejor-actuamos/13145/)
