A esta conclusión llegaron los Concejales en la plenaria de este jueves 22 de octubre, luego de conocer el estado actual del Plan de Cambio Climático de Medellín y la influencia de la crisis climática en el territorio, la economía y la sociedad.
El corporado Daniel Carvalho Mejía, primera bancada citante, comenzó su intervención diciendo que a finales del presente siglo se estima que la temperatura del planeta habrá aumentado tres grados y que según la Organización de las Naciones unidas – ONU, de aquí a 2050 habrá 200 millones de desplazados por causa del calentamiento global.
Manifestó que Medellín hizo una serie de compromisos ante la red de grandes ciudades de todo el mundo C40, uno de ellos es realizar inventarios anuales de Gases de Efecto Invernadero – GEI, implementar el Plan de Cambio Climático y tener una ciudad de carbono neutro para el año 2050.
Añadió que ya no estamos en el punto de un desarrollo sostenible, sino un desarrollo regenerativo, y que la reactivación económica deberá tener énfasis en transición ecológica y empleos verdes. Expresó que el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá – SIATA tiene que fortalecerse y no dejar que se pierda la importancia, relevancia y calidad que ha tenido durante la última década.
Para finalizar, habló de la necesidad de articular este plan a nivel departamental y nacional para lograr avances significativos en los próximos años. Medellín debe dar prioridad, interés y presupuesto, sumado al conocimiento para seguir siendo la ciudad pujante, innovadora y competitiva por la que tanto ha trabajado, concluyó.
Por su parte, el concejal Simón Molina Gómez, segunda bancada citante, indicó que según la ONU, por cada tres habitantes debería existir un árbol plantado, mientras que en Medellín hay un árbol por cada siete habitantes. Aseveró que la economía circular adquiere importancia como un nuevo modelo que invita a transformar los patrones del desarrollo económico e industrial y trabajar para el máximo aprovechamiento de los recursos naturales.
Agregó que en Medellín se produce un aproximado de 2.600 toneladas de basura al día y que difícilmente ha podido superar el 20 por ciento de aprovechamiento de los residuos orgánicos. Hizo un llamado a EPM a trabajar en programas y proyectos que ayuden a transformar el modelo de gestión de los residuos en la ciudad, es decir, aumentar el aprovechamiento y disminuir la disposición final.
Sugirió seguir incentivando la transformación de vehículos convencionales a vehículos eléctricos y finalizó diciendo que la capital antioqueña tiene que seguir trabajando para ser un referente en movilidad eléctrica en América Latina.
A su turno, el concejal Daniel Duque Valencia, tercera bancada, expresó que un plan de acción climático no es simplemente una estrategia para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, sino una discusión de un modelo de desarrollo de ciudad moderna, saludable, equitativa, eficiente, adaptada a las tendencias mundiales en eficiencia energética, conectividad, teletrabajo, movilidad eléctrica, entre otras.
Aseguró que la acción climática no es una carga para el desarrollo de Medellín, sino un vehículo para promover y direccionar el desarrollo sostenible de la ciudad y que los más vulnerables a estas consecuencias, serán los mismos que hoy son vulnerables social y económicamente. El reto de nuestra generación es tomar acciones contundentes para que la vida como la conocemos siga siendo viable en el planeta, puntualizó.
Durante la plenaria, Sandra Muñoz, secretaria de Medio Ambiente de Medellín, señaló que este Plan de Cambio Climático está bajo el acompañamiento técnico de la red C40 y ha sido un proceso con gran rigurosidad técnica, metodológica y participativa. Sugirió que así como hace parte de la agenda de desarrollo de la ciudad, siempre debería estarlo en los gobiernos futuros.
Explicó que en este momento el plan está en la fase de definición de la priorización de las acciones para luego pasar a la formalización e institucionalización del mismo. Por otro lado, habló de los distintos espacios de trabajo como encuentros ciudadanos locales y zonales, jóvenes impactados en la Semana de la Juventud, participación en el Festival Buen Comienzo, conferencias virtuales, talleres interinstitucionales, entre otros.
En cuanto a emisión de GEI, a nivel global, Medellín está en una perspectiva favorable en términos regionales al lado de ciudades como San Salvador y Lima, y comparada con ciudades con gran demanda energética de combustibles fósiles por la alta producción industrial como Nueva York, Buenos Aires y Madrid.
Bajo la misma línea, el secretario de Medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia, Carlos Ignacio Uribe, indicó que en febrero del presente año, el departamento se había declarado en estado de Emergencia Climática como un acto responsabilidad para las futuras generaciones y una apuesta política de entender la urgencia y generar conciencia frente a la situación.
En las principales acciones que vienen desarrollando está la recuperación de 10.000 hectáreas de suelos degradados por la extracción ilícita de minerales y otros factores, la implementación de la Política de Basura Cero y la disminución en el uso de plástico de un solo uso.
Expertos que participaron de la plenaria, coincidieron en que es necesario construir una sociedad biocéntrica y no antropocéntrica como ha pasado en la historia de la humanidad; es indispensable pensar en modelos económicos que garanticen la protección del medio ambiente, es decir, pensar la ciudad como sistemas circulares y no lineales. Expresaron que estos espacios de diálogo son importantes, sumado a las políticas públicas que se pueden llevar a cabo en los territorios.
Participantes de la comunidad plantearon que la ciudad necesita acciones, políticas, inversiones específicas y contribuir a la recuperación de zonas verdes aprovechando la pandemia actual. También agradecieron este espacio de diálogo y socialización para conocer los avances en materia de cambio climático en la ciudad y el departamento.