El tráfico de cocaína que vive Medellín, permite señalar cuatro cosas: uno, una cultura paisa de valores éticos muy bajitas con miras enriquecerse, que es la que utiliza el narcotráfico; dos, mano de obra de reserva sin fin, lo que tienen que ver con condiciones socioeconómicas y la cultura juvenil de vivir el momento; tres, un nicho de corrupción estatal; y cuatro, esta ciudad se ha convertido en una gran lavandería del dinero ilícito.
La plata del narcotráfico no sirve de nada si no se incorpora a lo legal. De cada dólar ilícito, noventa centavos se lavan en Estados Unidos y diez en el resto del mundo. Pero Medellín ha desarrollado unos circuitos económicos que le permiten a las organizaciones criminales lavar estos dineros.
Vea estas y otras declaraciones en la segunda parte de la entrevista que el sociólogo e investigador, Max Yuri Gil, le dio a Análisis Urbano. Dejamos el vídeo completo a continuación.
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