- El propósito es recoger residuos que por su grado de peligrosidad deben ser separados de los de uso doméstico.
- La Administración Distrital ha adelantado siete jornadas en las que se han recolectado 3.676 pilas y baterías; 85 plaguicidas de uso doméstico y 150 celulares y computadores, entre otros.
Medellín, junio 28 de 2024- La Alcaldía de Medellín reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente a través de jornadas de recolección de residuos en el sitio en donde se producen. Estas actividades forman parte de una estrategia integral ambiental y educativa liderada por la Secretaría de Medio Ambiente que busca sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de hacer la separación en la fuente y entregar los desechos a los personas designadas para su disposición final.
El Distrito programó inicialmente 11 jornadas de recolección de estos residuos. A la fecha se han realizado siete, abarcando las comunas 6-Doce de Octubre, 12-La América, 15-Guayabal y 9-Buenos Aires, así como los corregimientos San Sebastián de Palmitas, Altavista y San Cristóbal. En estas se han recibido 3.676 pilas y baterías; 85 plaguicidas de uso doméstico; 150 celulares y computadores, 41 electrodomésticos pequeños y 290 unidades de envases y empaques.
“Seguimos avanzando en este proceso de consolidación del Distrito como uno verde, orientado a proteger el patrimonio ambiental, por eso estamos realizando las jornadas posconsumo. Se han recogido más de 400 kilos de residuos, lo que significa que estos no van a llegar a las calles y quebradas, evitando problemas
más adelante. Invitamos a toda la comunidad para que siga participando en estas jornadas», explicó el subsecretario de Gestión Ambiental, Carlos Velásquez.
El concepto de posconsumo, que se aplica en este caso, hace alusión a residuos que por su grado de peligrosidad deben ser separados de aquellos de uso doméstico y entregados a través de canales de retorno para que los fabricantes e importadores dispongan de su recolección, tratamiento y disposición final, evitando que se conviertan en un peligro ambiental.
Algunos ejemplos son: pilas, baterías, luminarias y bombillas, medicamentos vencidos (de consumo humano o uso veterinario), plaguicidas, llantas, aparatos eléctricos y electrónicos, neveras y motores, entre otros. También, se incluyen elementos aprovechables como envases de vidrio, plástico, tetrabrik, latas, papel
y cartón.
Este esfuerzo se dirige a comercios, instituciones y hogares, promoviendo prácticas sostenibles en la gestión de residuos; se articula con el proyecto estratégico Tacita de Plata, consignado en el plan de desarrollo; e involucra a las organizaciones de recicladores.