Ante el Juzgado 22 Penal del Circuito de Medellín, con funciones de conocimiento, la Fiscalía General de la Nación acusó a los médicos generales Carlos Alberto Ramos Corena, de 42 años de edad, como presunto responsable de homicidio culposo y estafa.
De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal seccional de la Unidad de Vida de Medellín, el 13 de agosto del año 2011, la odontóloga Tatiana Andrea Posada Jiménez, se sometió a una intervención quirúrgica para aumento de mamoplastia con silicona, liposucción e inyección en glúteos.
Varias horas después de la operación la paciente registró fuertes dolores y se comunicó con el médico Ramos Corena, quien le manifestó que los síntomas eran normales.
Seis días después de la operación, la mujer falleció en un centro asistencial debido a las complicaciones post quirúrgicas. De acuerdo con el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, los elementos químicos aplicados no eran de uso común para este tipo de cirugías plásticas.
La Fiscalía estableció además que sin estar autorizado para una intervención de esa naturaleza, Ramos Corena acordó con la víctima su realización en la clínica «Quirustetic» de Medellín.
Sin embargo, la Fiscalía determinó que en realidad el procedimiento en el quirófano habría sido adelantado por la cirujana plástica Ana María Socarrás Espitia, de 48 años de edad, quien nunca tuvo contacto directo con la paciente ni con su familia. Por este motivo ambos médicos deberán responder por el punible de estafa.