Berlín, 28 de mayo de 2025.- El canciller alemán, Friedrich Merz, anunció este miércoles en presencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, una fórmula para facilitar el acceso de Ucrania a armas de largo alcance, una «consecuencia», según apuntó, a la falta de voluntad de diálogo por parte del Kremlin, ante la que es preciso incrementar la presión internacional.
Tras meses de incógnita sobre si con su llegada a la Cancillería Merz cumpliría su promesa de suministrar misiles de largo alcance Taurus a Kiev, el nuevo jefe de Gobierno alemán eligió otro método para dotar a Ucrania de este tipo de capacidades, aunque sin entrar en detalles.
«Asuman que la negativa rusa a las conversaciones, al alto el fuego, ahora va a tener consecuencias reales», dijo Merz en una rueda de prensa con Zelenski, que visitó por primera vez en Berlín al nuevo canciller.
En lugar de entregar directamente los Taurus ansiados por Kiev, Merz anunció «el inicio de una nueva forma de cooperación militar e industrial» entre ambos países, que quedará sellada a través de la firma de una declaración de intenciones por los respectivos ministros de Defensa.
Ésta aludirá a la «adquisición de sistemas de armas de largo alcance de fabricación ucraniana», para los que «no habrá restricciones de alcance, por lo que Ucrania podrá defenderse plenamente, incluso contra objetivos militares fuera de su propio territorio», según el canciller conservador.
El Ministerio de Defensa alemán informó en paralelo de que el memorándum permitirá la producción de una «cantidad notable» de armas de largo alcance este mismo año, y que los primeros sistemas estarán listos para ser empleados «en unas pocas semanas», sin necesidad de entrenamiento adicional para los efectivos ucranianos.
Zelenski no mencionó estas armas en concreto, pero explicó que el acuerdo pasa por financiar proyectos ya existentes para llegar a las «cantidades» necesaria y aludió a la fabricación de drones y a su papel en la protección de las vidas de los soldados.
Falta de voluntad de diálogo
Los dos líderes recalcaron la necesidad de incrementar la presión sobre el Kremlin con medidas como la elaboración de un 18.º paquete de sanciones europeas, en vista de la falta de voluntad mostrada para continuar con los contactos de paz que comenzaron este mes en Estambul.
Merz señaló que en teoría Moscú ha consentido a continuar las conversaciones, pero ahora se retrasa a la hora de presentar su posicionamiento sobre las condiciones para poner fin al conflicto.
Enfatizó también que Ucrania y sus aliados no han escatimado esfuerzos para sentar a Rusia a la mesa de negociación y que en las últimas tres semanas ha habido más intentos que en toda la guerra, por lo que los ataques rusos del fin de semana contra Kiev constituyen un verdadero «golpe en la cara».
«Incrementaremos la presión sobre Rusia para debilitar su maquinaria de guerra pero también para llevarla a las negociaciones», dijo Merz.
Por su parte Zelenski denunció que Rusia ponga continuamente «excusas» y recurra a una «política de dilación», rechazando todas las propuestas que se les hacen con diversos pretextos, y aseguró que «solo la presión logrará algo».
Inicialmente Moscú había prometido el documento antes del canje de prisioneros del fin de semana, lamentó el presidente ucraniano, luego después del canje, tras lo cual el ministro de Defensa ha llamado al negociador ruso, que aseguró que mandarían el documento, pero no ha sido el caso.
Una victoria para Putin
Zelenski advirtió también que su ausencia de la cumbre de la OTAN que se celebrará a finales de junio en La Haya sería «una victoria» del líder del Kremlin, Vladímir Putin, no sobre Ucrania sino sobre la propia Alianza.
Declaró que ha recibido “señales” de sus aliados sobre la participación de Ucrania en la cumbre, pero agregó que es “importante” esclarecer a qué nivel se permitirá a Kiev participar en la reunión anual de la Alianza, de la que el presidente ucraniano podría verse excluido por primera vez desde el comienzo de la guerra por un supuesto veto de EE.UU..
Sobre la posibilidad de que no sea invitado, Zelenski afirmó que sería “una victoria de Putin, pero no en la guerra contra Ucrania, sino sobre la OTAN”. “Pero es decisión de nuestros socios”, remachó el presidente ucraniano.
Tras encontrarse con Merz, estaba previsto que ambos se reunieran con representantes de la industria alemana para abordar su posible participación en la reconstrucción de Ucrania y para rematar la jornada Zelenski fue recibido por el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en su residencia oficial.
EFE