Berlín, 14 de mayo de 2025.- El canciller alemán, Friedrich Merz, subrayó este miércoles la importancia de que Europa y EE.UU. sigan rechazando una paz dictada por Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania, y agradeció el apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump, a una tregua de treinta días, al tiempo que instó a Occidente a no dejarse dividir por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
En su primera declaración de Gobierno ante la Cámara Baja tras su investidura la semana pasada como canciller, Merz afirmó que «ninguna paz dictada ni ninguna sumisión a hechos creados militarmente contra la voluntad de Ucrania» es compatible con la postura de oponerse, con la máxima determinación, a los intentos de Rusia de dividir y desestabilizar Europa y sus democracias.
«Esperamos y trabajamos duro para garantizar que esta postura clara no solo sea defendida en toda Europa, sino también por nuestros socios estadounidenses», dijo en un claro mensaje a Trump, a quien agradeció su apoyo a la iniciativa de un alto el fuego incondicional de treinta días.
Merz se mostró convencido de que dicho alto el fuego «puede abrir una ventana en la que las negociaciones de paz sean posibles».
«Es de vital importancia que el Occidente político no se deje dividir, y por eso haré todo lo posible por seguir creando la mayor unidad posible entre los socios europeos y estadounidenses», prometió.
Subrayó que la ayuda a Ucrania «sigue siendo un esfuerzo conjunto de europeos, estadounidenses y otros amigos y aliados» en el propio interés de todos, porque, advirtió, «quien crea que Rusia se dará por satisfecha con una victoria sobre Ucrania o con la anexión de partes del país se equivoca».
En ese sentido se refirió a los envenenamientos y asesinatos en numerosas ciudades europeas, los ciberataques, la destrucción de cables submarinos, también por la llamada flota en la sombra, los actos de espionaje y sabotaje y la desinformación sistemática de la población, de los que dijo que son «obra predominatemente de la cúpula de Estado rusa y de sus ayudantes».
Por otro lado, expresó su preocupación por el creciente acercamiento entre Pekín y Moscú y aseguró que abogará firmemente ante China para que contribuya al fin de la guerra en Ucrania.
Merz reiteró el firme apoyo de Alemania a Ucrania que trasladó al presidente del país agredido, Volodímir Zelenski, durante su visita a Kiev el pasado fin de semana junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y a los primeros ministros británico, Keir Starmer, y polaco, Donald Tusk, con quienes dijo compartir el deseo de «una paz justa, duradera y sostenible en Ucrania, mejor hoy que mañana».
Insistió, no obstante, que Alemania no es parte en la guerra ni quiere serlo, pero tampoco es «observadora pasiva ni mediadora neutral» entre dos frentes, y que de lo que no debe haber duda es que está del lado de los ucranianos, «sin ningún tipo de peros».
Añadió que con Rusia ha roto todas las reglas que regían la convivencia en Europa desde el final de la II Guerra Mundial y, sobre todo, desde el final de la división de Europa.
Sostuvo que la guerra en Ucrania y su resultado no sólo decidirán el destino del país invadido, sino si la ley y el orden seguirán prevaleciendo en el continente y en el mundo, o bien se impondrá, «la tiranía, la fuerza militar y la simple ley del más fuerte».
«En Ucrania está en juego nada menos que el orden de paz de todo nuestro continente», subrayó.
EFE