París, 3 de enero de 2023.- Miles de kurdos llegados de diferentes puntos de Francia y de Europa acudieron este martes al funeral por los tres miembros de esta comunidad asesinados en París el pasado 23 de diciembre, en lo que se investiga como el ataque racista de un hombre de 69 años que acababa de salir de la cárcel.
El acto multitudinario, de un claro contenido político, se celebró en la localidad de Villiers le Bel, a las afueras de París, en una sala donde los féretros de los dos hombres y de la mujer asesinados estaban rodeados de banderas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de una imagen de su líder, Abdalá Ocalan, encarcelado en Turquía.
La mayor parte de los asistentes, por falta de espacio, tuvieron que seguir la ceremonia desde el exterior, donde se habían instalado grandes pantallas.
Emine Kara, una antigua combatiente contra el Estado Islámico en el Kurdistán sirio; el cantante y refugiado político Mir Perwer; y Abdulrahman Kizil fueron tiroteados el pasado día 23 junto a un centro cultural kurdo en la calle Enghien del distrito X de París, a pocos cientos de metros de la Estación del Norte.
El presunto autor de la matanza es William Malet, de 69 años, que fue reducido minutos después y se encuentra imputado entre rejas. Había salido a comienzos de diciembre de la cárcel después de haber pasado un año en prisión provisional por otra agresión contra un campamento de migrantes.
En ese mismo centro cultural kurdo habían sido asesinados hace casi 10 años, el 7 de enero de 2013, tres activistas políticos de esa misma comunidad, una acción sobre la que planea la sospecha de la implicación de los servicios secretos turcos.
De hecho, un hombre de nacionalidad turca que se cree que trabajó para los servicios de inteligencia de ese país fue arrestado por su presunta responsabilidad y murió de un cáncer en prisión en Francia mientras esperaba su juicio.
Pese a que la Justicia no ha establecido ninguna relación por el momento y prima la hipótesis de un acto aislado por la personalidad de Malet, entre los que acudieron al funeral de hoy en Villiers le Bel dominaba la impresión de que los hechos de diciembre de 2022 y de enero de 2013 están directamente relacionados.
EFE