Atenas, 5 feb – Unas 11.000 personas han abandonado hasta ahora la isla griega de Santorini, en el mar Egeo, debido a los constantes sismos -de hasta 5 de magnitud- que siguen sacudiendo la región desde hace casi dos semanas, mientras que el Gobierno helénico ha reforzado los equipos de emergencia en la zona.
Solo este miércoles se registraron ya más de 60 terremotos en la zona marítima entre Santorini y Amorgos, dos de los más grandes durante la madrugada, de una magnitud 4 y 4,3, que se sintieron con diferencia de cinco minutos el uno del otro, según el Instituto Geodinámico de Atenas.
Por segundo día consecutivo cientos de personas se habían agolparon el martes frente al puerto de la isla -que tiene unos 25.000 habitantes- para intentar embarcar en alguno de los ferris con destino hacia Atenas.
Otros decidieron dirigirse hacia el aeropuerto para encontrar un sitio en alguno de los vuelos extraordinarios que realizan dos aerolíneas griegas, lo que provocó grandes atascos de tráfico.
Mientras tanto, el Ministerio de Protección Ciudadana ha reforzado los servicios de emergencia en las islas afectadas de Santorini, Ios, Amorgos y Anafi, que pertenecen al archipiélago de la Cícladas, situado al sureste de Atenas.
Los bomberos, así como los equipos de rescate con perros de búsqueda, se encuentran en el lugar, al igual que empleados de la compañía eléctrica, que pueden hacer funcionar grandes generadores en caso de un posible apagón tras un fuerte seísmo, declaró este martes un portavoz del Gobierno.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, quien ha pedido a los isleños «que mantengan la calma», presidirá este miércoles una reunión en la sede de Protección Civil para decidir los pasos a dar y posiblemente tomar más medidas para aumentar la precaución y la preparación de las autoridades.
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Hasta el próximo viernes, las escuelas en Santorini, Amorgos, Ios y Ánafes permanecerán cerradas, mientras que también se ha prohibido el acceso a ciertos puertos y playas.
El Gobierno ha urgido a la gente que evite grandes reuniones en espacios interiores y ha prohibido realizar trabajos de construcción en Santorini, que suelen ser frecuentes antes del inicio de la temporada alta.
Sismólogos y geólogos apuntan distintas previsiones para el posible final de este fenómeno.
Según dijo a la prensa local el profesor de Gestión de Desastres Naturales, Efthimis Lekkas, un gran terremoto de una magnitud alrededor de 6 podría hacer que la tensión acumulada se disipe y se restablezca la calma.
Otros expertos señalan que la serie de terremotos podría continuar durante semanas o incluso meses, con más temblores de la actual magnitud y en algún momento simplemente vuelva la calma, lo que es conocido como un «enjambre sísmico».
Sin embargo, todos los expertos coinciden en una cosa: no se puede excluir ninguna posibilidad, incluso un sismo de magnitud 7, parecido al que en 1956 sacudió la isla de Amorgos y produjo un tsunami que causó la muerte de 53 personas.
Tampoco se puede decir con certeza que estos sismos no podrían despertar los dos grandes volcanes de la región, el de la caldera de Santorini y el submarino de Kolumbo, más al este.
EFE