Nis (Serbia), 1 mar – Miles de serbios, en su mayoría estudiantes universitarios, protestan este sábado en la ciudad de Nis, en el sur de Serbia, por la muerte de 15 personas por el derrumbe de una marquesina en la estación de tren de Novi Sad, el 1 de noviembre pasado, por las que siguen reclamando responsabilidades políticas y judiciales.
Un gran número de ciudadanos de Nis recibió la víspera a los estudiantes que partieron en bicicleta de Belgrado, Novi Sad y Kragujevac, así como a los que participaron en una carrera de relevos de 240 kilómetros desde Belgrado hasta Nis.
Fueron recibidos frente al teatro municipal con un cartel que los homenajeaba como «personificación de los luchadores por una tierra justa» y aseguraba: «La libertad está en la justicia, aquí son libres».
A las 11.52 hora local (10.52 GMT) se respetaron los habituales 15 minutos de silencio en homenaje a las 15 víctimas del accidente al cumplirse cuatro meses de su muerte.
Durante el día se unió un gran número de ciudadanos de toda Serbia a la protesta. Levantaban pancartas con la palabra “libertad”, hacían sonar silbatos y gritaban «¡Está acabado!», aludiendo al Gobierno del presidente Aleksandar Vucic.
«Nos seguiremos reuniendo para luchar por un sistema que valore el conocimiento, la libertad y la justicia. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras el futuro se nos escapa de las manos», dice a EFE Petar, un estudiante de 21 años.
Hasta ahora, el logro más significativo de los estudiantes que protestan fue la renuncia, hace un mes, del primer ministro y líder del partido gobernante SNS, Milos Vucevic.
Sin embargo, la dimisión del primer ministro aún no se ha hecho efectiva ni tampoco se ha nombrado un nuevo jefe de Gobierno, por lo que muchos creen que Vucic solo quiere ganar tiempo, con la esperanza de que los estudiantes dejen de manifestarse.
Los estudiantes, respaldados por numerosos ciudadanos, incluidos analistas políticos y otros expertos, sostienen que la corrupción es el factor principal que causó el accidente en Novi Sad y exigen que se asuman responsabilidades tanto criminales como políticas por la muerte de 15 personas.
El Gobierno serbio ha calificado las protestas de «revolución de colores», asegurando que se han cumplido todas las demandas de los estudiantes, y los ha invitado a regresar a las aulas, lo que los estudiantes rechazan organizando nuevas protestas.
EFE