Jerusalén, 20 de marzo de 2025.- El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó este jueves a sus tropas «continuar intensificando las operaciones en Gaza», tres días después de que el Ejército rompiera el alto el fuego y reanudara los bombardeos contra el enclave lo que ha causado ya al menos 506 muertos, la mayoría mujeres y niños, según las autoridades palestinas.
«Ya estamos observando que la presión militar está afectando la posición de Hamás. No nos detendremos hasta que liberen a los rehenes», dijo Katz durante una reunión que mantuvo con el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir y otros altos cargos de defensa para evaluaron la situación de seguridad.
Los familiares de los rehenes se oponen a la presión militar como estrategia para que Hamás libere a los 59 rehenes que todavía retiene (35 de ellos muertos, según Israel), puesto que temen que sus vidas sean arrebatadas por las bombas israelíes o que el grupo islamista los sacrifique.
Poco antes, el Ejército anunció este jueves también en otro comunicado haber matado al jefe de las fuerzas de seguridad de Hamás, Rashid Jahjuh, quien según dice dirigía «una unidad central encubierta dentro del grupo islamista.
En la misma nota, agregó que mató también al jefe del sector de Jan Yunis (sur de Gaza) de Hamás, Ayman Atsalih, y a Ismail Abd al-Aal, al que definen como «un terrorista clave de la unidad de contrabando de armas de la Yihad Islámica».
Desde que Israel rompió el alto el fuego con una oleada de bombardeos sobre Gaza en la madrugada del martes acompañada de una ofensiva terrestre que arrancó ayer, al menos 506 palestinos han muerto a causa de los ataques y 909 han resultado heridos, según los datos del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás en la Franja.
EFE