Rabat, 6 de noviembre de 2021 – El rey Mohamed VI advirtió hoy en un discurso que la marroquinidad del Sáhara Occidental es innegociable, pero ignoró la actual escalada de tensión entre su país y Argelia, agravada después de que Argel acusase a Rabat de matar a tres de sus ciudadanos en un supuesto bombardeo en el territorio saharauí.
«Para Marruecos, el Sáhara no puede ser objeto de negociación. Además, la marroquidad del Sáhara jamás se planteó ni se planteará nunca sobre la mesa de las negociaciones», precisó el monarca en su discurso con motivo del 46 aniversario de la Marcha Verde, la iniciativa tras la cual el país se anexionó el Sáhara Occidental.
El monarca afirmó que Marruecos negocia para alcanzar una solución pacífica a este «conflicto artificial» regional y recalcó su aferramiento al proceso político de las Naciones Unidas y al alto el fuego.
Marruecos no plantea ninguna otra solución al Sahara Occidental que no pase por una autonomía bajo la soberanía y la integridad territorial marroquí, mientras el Frente Polisario quiere el derecho a la autodeterminación.
En su discurso a la nación, Mohamed VI advirtió de que su país no firmará con ningún país o bloque regional acuerdos que no engloben al territorio del Sáhara Occidental.
«Marruecos no dará con ellos ningún paso económico o comercial que excluya al Sahara», precisó el monarca sobre los países o bloques que mantienen «posturas difusas o ambivalentes» sobre ese territorio.
Sus palabras se producen después de que el pasado 29 de septiembre el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) anulara los acuerdos de asociación y de pesca entre la UE y Marruecos al dar la razón al Polisario, que los había impugnado por explotar recursos del Sáhara.
«En este contexto, queremos expresar nuestra consideración a los países y agrupamientos con los que Marruecos tiene establecidos acuerdos y asociaciones, y para los cuales nuestras provincias del sur son parte indivisible de nuestro territorio nacional», agregó.
Asimismo, manifestó su «orgullo» por la «decisión soberana» de los Estados Unidos de reconocer la «soberanía total de Marruecos sobre su Sahara».
El pasado mes de diciembre del entonces presidente saliente de EE. UU., Donald Trump, reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, postura que la administración de su sucesor, Joe Biden, no ha revertido pero tampoco confirmado expresamente.
Por otra parte, Mohamed VI elogió a las Fuerzas Armadas Reales (FAR), que el 13 de noviembre de 2020, dijo, «aseguraron» la libre circulación de personas y mercancías en el paso fronterizo de Guergarat, entre Mauritania y el territorio saharaui administrado por Marruecos.
Esa acción, que no se saldó con bajas, permitió el desalojo de activistas del Polisario que cortaron la carretera que conecta Marruecos con Mauritania dentro de la franja sur del Sáhara Occidental.
La franja está considerada por los independentistas saharauis como parte de sus «territorios liberados», mientras que la ONU la llama «zona colchón» y Marruecos la considera parte de su territorio.
Desde la operación militar marroquí en este puesto fronterizo, las relaciones entre Rabat y Argel han ido empeorando hasta que este último rompió hace dos meses sus relaciones diplomáticas con Marruecos y prohibió al país vecino usar su espacio aéreo.
Asimismo, Argelia decidió el 31 del pasado mes de octubre cerrar el Gasoducto Magreb Europa (GME), que desde hace 25 años abastecía a España y Portugal a través de territorio marroquí.
La escalada de tensión entre Marruecos y Argelia se agravó todavía más después de que la Presidencia argelina acusase el pasado miércoles a Rabat de matar a tres de sus ciudadanos en un supuesto bombardeo en el este del Sáhara Occidental.
La nota de la Presidencia denunció que los tres argelinos murieron dos días antes en un bombardeo del Ejército marroquí contra un convoy de camiones en la ruta que une la ciudad argelina de Uargla y la capital de Mauritania, Nuakchot.
Pese a esa situación, Mohamed VI ignoró en su discurso de hoy esa escalada de tensión y expresó sin embargo su deseo a los «cinco pueblos magrebíes (…) de alcanzar mayor desarrollo y prosperidad, en el seno de la unidad y la estabilidad».
Mohamed Siali