La Paz, 30 junio.- El exmandatario boliviano Evo Morales criticó este miércoles al presidente de Colombia, Iván Duque, por su consulta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) sobre la reelección indefinida y aseguró que el fallo del organismo no es «vinculante» ni retroactivo.
En un hilo de mensajes en Twitter, Morales cuestionó que el Gobierno de Colombia, que según él «viola DD.HH de su pueblo y rechazó la presencia» de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pidiese a la CorteIDH «una Opinión Consultiva acerca de las decisiones soberanas asumidas en Bolivia, Costa Rica, Honduras y Nicaragua».
«Esa Opinión Consultiva no es vinculante ni retroactiva», escribió el exgobernante, que en 2019 pudo presentarse a las fallidas elecciones generales en busca de un cuarto mandato consecutivo pese a que la Constitución boliviana limita a dos los periodos presidenciales.
Morales aseguró que por participar en elecciones sufrió «atentados, acusaciones y persecuciones de la derecha antipatria» y que los tribunales electorales «neoliberales» negaron en su momento la inscripción de su sigla política.
«Nos expulsaron del Parlamento y nos robaron una elección con un golpe», señaló Morales, quien también cargó contra sus detractores a los que tildó de «fracasados defensores de las políticas neoliberales» y acusó de tratar de eliminarle «políticamente».
«Sin apoyo del pueblo, recurren a Gobiernos extranjeros para interferir de muchas maneras en Bolivia. La democracia se ejerce con soberanía», concluyó.
La CorteIDH, con sede en Costa Rica, analizó el viernes si la reelección indefinida es un derecho humano, consulta que planteó Colombia en 2019 y cuyo resultado será comunicado primero a los Estados y luego se hará público.
El Tribunal Constitucional de Bolivia avaló en 2017 la reelección indefinida, al reconocer el derecho humano de los mandatarios a ser elegidos y del pueblo a elegirlos, aunque la Constitución boliviana limite a dos los mandatos consecutivos.
Ese recurso interpuesto por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) del presidente Luis Arce pidió en ese entonces al Constitucional boliviano que se aplique un artículo de la Convención Americana de los Derechos Humanos para permitir que Evo Morales pueda volver a presentarse a los comicios de 2019.
El MAS insistió en buscar la reelección de Morales pese a que un referendo en 2016 le negó la posibilidad de aspirar a un nuevo mandato.
Morales ganó los comicios de 2019 en medio de denuncias de fraude que derivaron en una crisis política y social que acabó con la anulación de aquellas elecciones y su renuncia a la Presidencia, lo que para el oficialismo fue un «golpe de Estado» y ahora es investigado a instancias del partido gubernamental.
El ministro boliviano de Justicia, Iván Lima, aseguró el sábado que la opinión de la CorteIDH marcará «jurisprudencia» regional, pero que en el país «bajo el principio de soberanía» es el Tribunal Constitucional el que define esos alcances.
Además sostuvo que lo que defina el organismo «se aplicará para lo sucesivo», aunque también sostuvo que estos fallos no son vinculantes.