Buenos Aires, 15 julio.- El sacerdote italiano Nicola Corradi murió en Argentina mientras cumplía prisión domiciliaria desde 2019 por abusos sexuales cometidos contra alumnos con discapacidad auditiva en el Instituto Antonio Próvolo para Sordos de la provincia de Mendoza (oeste), confirmaron este jueves a Efe fuentes jurídicas.
Corradi, de 84 años, fue condenado en noviembre de 2019 a 42 años de prisión, pero debido a su edad y estado de salud actualmente cumplía prisión domiciliaria en un geriátrico.
Ya durante el juicio, el cura, que falleció este miércoles, debió entrar a cada audiencia en silla de ruedas, sufría de una sordera parcial y por ello se utilizó un software especial para que pudiera seguir el debate.
Durante el juicio, además de Corradi, fueron condenados el sacerdote Horacio Hugo Corbacho Blanck (59) a 45 años de prisión, y el ex jardinero Armando Gómez (49) a 18 años, acusados por abusos sexuales y corrupción de menores con diversos agravantes por tener bajo su cargo a los menores de la institución.
La investigación del caso comenzó a finales de 2016, cuando un exalumno hipoacústico del instituto de la localidad mendocina de Luján de Cuyo, cerrado desde diciembre de ese año, denunció haber sufrido abusos en el centro por parte de Corbacho cuando tenía 5 años.
La causa también tuvo un cuarto imputado, el monaguillo Jorge Bordón de 51 años, quien confesó en 2018, durante un juicio abreviado, haber cometido once abusos y fue sentenciado a diez años de prisión.
ANTECEDENTES
Corradi había sido acusado en 2009 por abusos en la sede del Instituto Próvolo en Verona, Italia, tiempo antes de su llegada al país suramericano.
En esa oportunidad un grupo de 67 exalumnos denunciaron abusos sexuales por parte de varios sacerdotes, entre los que se encontraba el ahora fallecido.
Por otra parte, la Justicia de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, inició una investigación a fines de 2016 por denuncias de hechos similares, luego de que se conociera que tanto Corradi como Corbacho habían trabajado en la filial del Próvolo de la capital bonaerense.
CASO PRÓVOLO, PARTE DOS
Por los hechos del Instituto Antonio Próvolo también hay nueve imputadas, entre ellas dos monjas y empleadas administrativas del instituto.
Una posible víctima señaló a la religiosa Kosaka Kumiko de haberle puesto un pañal para ocultar la violación que sufrió por parte de Corbacho.
La religiosa negó estos hechos mencionados en varias declaraciones que realizó frente a la Fiscalía durante 2017, y el juicio comenzó este año.