Jartum, 14 de febrero de 2022.- Al menos dos manifestantes perdieron la vida hoy en la capital sudanesa, Jartum, y en la ciudad vecina de Um Durman durante una nueva jornada de protestas contra el golpe de Estado perpetrado por los militares el pasado 25 de octubre y que fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
Con estos nuevos fallecidos, ascienden ya a 81 los manifestantes que perdieron la vida durante las marchas que se han ido sucediendo desde el golpe de Estado.
El Comité de Médicos de Sudán, un sindicato independiente que contabiliza las víctimas y atiende a los heridos durante las marchas, informó en un comunicado de la muerte de Monzer Abderrahim, un manifestante falleció tras recibir un disparo en el hombro izquierdo cuando protestaba en Um Durman.
Anteriormente, el comité anunció el fallecimiento de otro manifestante en Jartum después de ser tiroteado en el pecho y en el cuello.
El sindicato denunció que las fuerzas de seguridad hicieron uso de fuego real para dispersar a los manifestantes, que se congregaron en Jartum frente al palacio presidencial, la sede del líder militar y artífice de la asonada, el general Abdelfatah al Burhan.
En Um Durman, cientos de personas protestaron frente al Parlamento sudanés.
«El pueblo continuará sus marchas pacificas para establecer un Estado de libertad, justicia y democracia, pero está siendo enfrentado por la maquinaria militar», denunció el comité en la nota.
Las manifestaciones se reanudaron este lunes en Jartum y otras ciudades del país para pedir el retorno de un Gobierno civil y la retirada de los militares del poder.
Esto se produce en un momento en el que se están llevando a cabo negociaciones entre varios actores sudaneses para poner fin a la crisis iniciada tras la asonada.
La misión de la ONU en Sudán anunció ayer, domingo, el fin de la primera ronda de consultas con integrantes de la sociedad civil en el país, mientras que Al Burhan presentó a la Unión Africana un plan con cuatro puntos para alcanzar una solución consensuada entre los distintos actores sudaneses ante la crisis.
EFE
