Neydi Juliana Londoño fue asesinada por su pareja en medio de un episodio de celos violentos
RISARALDA, COLOMBIA. (10 JUL 2025) – La Fiscalía General de la Nación imputó los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento de material probatorio a Cristian Felipe Rivera Cubillos, alias el Diablo, de 30 años, por el asesinato de su compañera sentimental, Neydi Juliana Londoño Maya, ocurrido el pasado sábado 5 de julio en el municipio de Dosquebradas.
Según lo informado por Q’hubo Pereira. El crimen tuvo lugar en el barrio Divino Niño, donde la pareja convivía desde hacía casi diez meses. De acuerdo con la investigación, durante ese tiempo la víctima había sido sometida a constantes episodios de violencia psicológica, control excesivo y celos enfermizos por parte de Rivera Cubillos, quien llegó incluso a manipular sus redes sociales y espiar su celular.
Una negativa que desató la tragedia
La madrugada del crimen, tras revisar el celular de la víctima convencido de una supuesta infidelidad, Cristian escondió un cuchillo junto a la cama. A las 5:30 a.m., cuando Neydi se levantó para ir al baño, él le pidió ducharse juntos. Ante la negativa de ella, el hombre la atacó brutalmente con un arma blanca, propinándole una puñalada en el ojo, tres en la espalda y otra cerca del cuello.
Ocultamiento del cuerpo y hallazgos clave
Rivera intentó ocultar el cadáver dentro del colchón de la cama, que cortó por la mitad, y al anochecer lo trasladó en un motocarro hasta una zona boscosa del kilómetro 7 en la vía Dosquebradas–Santa Rosa de Cabal, donde arrojó el cuerpo envuelto en una maleta y el mismo colchón. El motocarro fue contratado bajo el pretexto de deshacerse de “elementos sobrantes”.
Al día siguiente, allegados comenzaron a notar la ausencia de Neydi y alertaron a la Policía. Un vecino relató que había escuchado gritos desesperados la madrugada anterior, pero pese a llamar a las autoridades, nunca llegó una patrulla al lugar.
Cuando la prima de la víctima alertó nuevamente a las autoridades, se realizó una inspección a la vivienda, encontrando prendas ensangrentadas y señales de violencia. La desaparición fue reportada formalmente y se activó el proceso investigativo.
Entregado por su padre y posterior confesión
El padre del agresor lo entregó tras escuchar su confesión. Cristian había llegado a su casa en el barrio Diana Turbay con maletas y, al ser interrogado, admitió haber asesinado a Neydi con un cuchillo. Aunque se mostró indiferente ante lo sucedido, finalmente, el 8 de julio a las 4:00 p.m., se presentó voluntariamente ante la Policía pidiendo protección.
Horas más tarde fue capturado formalmente en la calle 29 con carrera 18 de Dosquebradas por unidades de la Sijín. La orden judicial fue expedida por el Juzgado Primero Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Pereira, a solicitud de la Fiscalía 33 Local URI de Pereira.
No aceptó cargos pese a la evidencia
Durante las audiencias preliminares, el procesado no aceptó los cargos, pese a las pruebas recaudadas, los testimonios y la brutalidad documentada del crimen. La Fiscalía señaló que actuó con dolo y sevicia, y solicitó la medida de aseguramiento en centro carcelario, cuya decisión se espera sea definida hoy por el Juzgado Segundo Penal Mixto de Garantías de Dosquebradas.
Este caso ha generado consternación en la comunidad de Dosquebradas, y reabre el debate sobre la prevención del feminicidio y la necesidad de una actuación más oportuna ante denuncias por violencia de pareja.
A.U.
La información contenida en este artículo de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.