Las mujeres pidieron este jueves que se reconozca el valor de su contribución a la economía y a la sociedad en general, durante un foro celebrado en Bogotá en el que empresarias, académicas y representantes de organismos internacionales debatieron cómo superar los efectos de la desigualdad de género.
En el «Foro M: Acelerando el empoderamiento económico de las mujeres para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible», organizado por la Vicepresidencia colombiana, las participantes pusieron de manifiesto que a pesar de los avances conseguidos a nivel mundial, las mujeres siguen estando en inferioridad de condiciones a los hombres.
«La investigación de nuestro personal demuestra que en los países de bajos ingresos la reducción de la desigualdad de género en diez puntos porcentuales daría lugar a un crecimiento del 2 % durante cinco años», dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en un vídeo enviado a la reunión.
Georgieva había confirmado su asistencia al foro pero a última hora tuvo que cancelar debido a la restricción del FMI a los viajes de sus funcionarios para minimizar el riesgo de contagio del coronavirus.
La vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, dijo que para reducir la brecha social que implica la desigualdad de género, el Gobierno se propone impulsar la actividad empresarial femenina, «crear la agencia pública de empleo para la mujer y fortalecer el liderazgo de la mujer rural».
CONTRATACIÓN PÚBLICA, UN CAMPO VEDADO
Durante el foro también se trató la escasa participación de la mujer en las compras públicas, un segmento en el que expertas coincidieron que está dominado absolutamente por hombres.
«Solo el 1 % de las compras mundiales va hacia empresas de mujeres, esto es demasiado injusto, debemos tener más mujeres empresarias que accedan a las compras públicas porque no se pueden lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin que las mujeres tengan el 50 % de participación», cuestionó la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza.
La funcionaria señaló que no se cumple con el principio de que «la contratación pública sirve para redistribuir en todo el territorio nacional y sobre todo con los grupos más vulnerables» e insistió en que este campo «debe tener impacto social y de género».
Y es que en su opinión, un mayor acceso de la mujer a las compras públicas ayuda también a luchar contra la corrupción, uno de los mayores problemas del mundo.
«Las mujeres somos mucho menos corruptas que los hombres y somos más eficientes», manifestó en el panel sobre compras públicas, moderado por la gerente de la Agencia EFE, Rocío Reinoso.
PESO FEMENINO EN EL MERCADO LABORAL
Según un reciente estudio del Banco Mundial, la incorporación progresiva de mujeres al mercado laboral fue fundamental a la hora de reducir la pobreza en Latinoamérica y el Caribe, lo que muestra el valor de la mano de obra femenina, que sin embargo es peor paga que la masculina.
Al respecto, Ramírez citó otro estudio del McKinsey Global Institute que dice que «el mayor ingreso de las mujeres al mercado laboral, al desarrollo empresarial, se traduciría en aumento del producto interno bruto (PIB) global de cerca de 12 trillones de dólares para el 2026».
Allí valoró el caso de Colombia, donde el Gobierno del presidente Iván Duque es paritario y tiene un compromiso de «lograr una mayor participación de mujeres en el mercado laboral».
«Es una realidad que a pesar de estar preparadas, desafortunadamente vemos cómo apenas el 53 % de las mujeres ingresan al mercado laboral, mientras que en el caso de los hombres es superior al 70 %», dijo.
REIVINDACIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO
La titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan, reivindicó por su parte el valor del trabajo doméstico y de la economía del cuidado que ejercen las mujeres en sus hogares y planteó que estas actividades sean remuneradas porque no hay razones para que se traten como algo «voluntario».
«El primer problema es combatir la idea de que los cuidados son gratis porque los hacen las mujeres», afirmó Grynspan.
Con ella coincidió la secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), Gina Magnolia Riaño, quien considera que también hay barreras de género en la seguridad social.
Eso ocurre, en su opinión, porque las mujeres salen «más del mercado laboral para tener hijos o cuidar (a sus familias), por eso cotizan menos y esas brechas no están siendo atajadas».
En ese sentido, la vicepresidenta colombiana señaló que «la pobreza se concentra mucho más en las mujeres campesinas que están marginadas de las posibilidades de un verdadero ingreso en el mercado laboral».
EL MACHISMO, OBSTÁCULO A VENCER
El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró durante la inauguración del foro que hay una «urgente necesidad de derrotar al machismo en nuestras sociedades» y calificó este problema como «uno de los males más grandes» que tiene América Latina.
«Hasta ahora en la gran mayoría de países se ha abordado esa violencia contra la mujer como si fuera un asunto de la mujer, es decir que las mujeres puedan ir y llevar una denuncia aquí o allá. Pero poco se ha hablado de la urgente necesidad de derrotar al machismo en nuestras sociedades», manifestó.
Para conseguirlo, el mandatario considera que se debe hacer «un gran esfuerzo, desde la educación», pues esa etapa es en la que «se forma el respeto, los principios, los valores».
EFE