Multinacionales mineras matan nuestras cordilleras

FECHA:

Foto © Juan Pablo Sepúlveda Posso

La minería en Colombia hoy

Como hemos mencionado en múltiples artículos en la Agencia de Prensa Análisis Urbano, las economías ilegales no se han detenido por el Covid. El narcotráfico, el contrabando, el tráfico de personas, la prostitución, el menudeo, el dominio de bandas criminales y, para tal caso, la minería ilegal, no se han detenido.

Antes parecían correr más rápido.

Y claro, los que corren son los que, después de procesos de Paz exitosos en 2006 y en 2016, siguen con los fusiles al hombro cuidando parcelas infinitas de coca y socavones llenos de piedras doradas.

Sonará a retahíla, pero el hecho de que el Estado (Estado desde la administración de Juan Manuel Santos hasta la de Duque) se haya negado a hacer presencia en gran cantidad de poblados colombianos antes dominados por las Farc ha traído consecuencias sociales, económicas y, obvio, de violencia.

El hecho de que Iván Duque envíe un regimiento de contraguerrillas, como ha hecho, a las cercanías de un pueblo minero o cocalero no significa que en sus alrededores no se vaya a mover la economía del mundo que más produce cocaína, y que está atravesando una de sus fiebres del oro.

Grupo de mineros en un proyecto de minerales cerca de Amagá, Antioquia. Foto © Juan Pablo Sepúlveda Posso.

Con el lingote de oro a 150 millones de pesos, y creciendo debido a las demandas extrañas que el coronavirus está produciendo, empresas tanto legales como ilegales emplean tácticas legales como ilegales para adueñarse de territorios ricos en minerales y, por lo tanto, una garantía para una ganancia millonaria.

Volvemos a mencionar el Estado: además de no hacer presencia en estos territorios claves para la economía colombiana, funcionarios del mismísimo ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible han presentado decretos y cartas que sirven de concesiones para que multinacionales vengan a armar rancho en Colombia y saquen oro y carbón hasta de donde no hay.

Quizás será que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible de Colombia no conocen las consecuencias tan bravas de permitir minería -legal o ilegal- en cualquier territorio.

Pero bueno.

Vamos por pasos.

Línea de tiempo

Colombia, desde la época en la que llegaron los Españoles, por allá en 1493 o 94, se convirtió en un tesoro de índole literal al ser una fuente inagotable de oro, elemento común para los pueblos precolombinos, quienes no veían al oro como algo que tuviera un precio más allá de su valor.

Los españoles de la baja edad media, como nos dijeron en el Colegio, nos cambiaron espejos, peinetas y dagas oxidadas por todo el oro que les pudimos dar, y hasta nos pusieron a matarnos entre nosotros para conseguirles más.

Figuras realizadas por indígenas quimbayas antes de la llegada de los españoles. Foto de El País.

Las aduanas coloniales de Cartagena de Indias, Manaure y Buenaventura despachaban a diario destacamentos navales escoltados por fragatas llenos de piedras preciosos, esclavos, animales (para ellos) exóticos y todo lo que se pudieron llevar de aquí antes de que nos diéramos cuenta.

De acuerdo con académicos consultados para este artículo, es correcto decir que tanto la configuración de Colombia y como su construcción luego de la independencia tuvo que ver con las economías que el oro y la minería generó.

Si saltamos en el tiempo, hoy hay tres fuerzas que aprovechan el oro en Colombia: los ilegales (ELN, disidencias, AGC, Caparrapos, Carteles extranjeros, Bacrim), los legales (mineras colombianas, multinacionales de mucha plata y agentes del Estado que terminan vendiendo predios por baratijas en comparación con lo que esos negocios generan), y los grises, que se componen de muchos pueblos y familias mineras que aprendieron el arte de sacar el oro del río sin dañarlo, y que hoy se les llama “mineros artesanales”.

Proceso del barequeo. Foto © Juan Pablo Sepúlveda Posso.

Por ahí, por ejemplo, está el barequeo, una costumbre que ha sobrevivido más de   años: la usaban los indígenas para recolectar y procesar el oro sin dañar el río desde antes de que llegaran los españoles a imponer sus métodos extractivos.

Dónde están y por dónde se mueven los minerales

Análisis Urbano recolectó con distintas fuentes un listado de municipios colombianos donde el oro representa una actividad económica predominante. Con estos datos vamos a realizar una infografía que incluirá datos de corredores de rutas ilegales, presencia de grupos armados y afectaciones a la población y al medio ambiente desde ríos dañados hasta masacres cometidas.

Realización: Análisis Urbano

Convenciones:

  • Amarillo: lugares de presencia de minerales y de alta actividad minera.
  • Rojo: presencia de grupos armados en los territorios y de acciones violentas hacia la ciudadanía. Hablamos de disidencias de Farc, ELN, ejércitos privados, AGC, Caparrapos, mafias extranjeras, bacrim y otros grupos.
  • Verde: principales rutas conocidas de narcotráfico, contrabando y tráfico ilegal de oro y otros minerales.
  • Emoji de bomba: sitios en los que en los últimos 30 años han sucedido hechos violentos como asesinatos, masacres y desapariciones relacionadas con la minería.

(Sí, hay un municipio en Colombia que se llama Fuente de Oro, departamento del Meta en los Llanos orientales, por ahí como en todo el corazón del país. Fuente de Oro fue fundado en los ’40’s por Esaú Vélez Real, Fautino Enciso y Abelardo Mojica, tres mineros desplazados al sur desde la región andina).

  MUNICIPIODEPARTAMENTO¿HECHOS VIOLENTOS  RECIENTES RELACIONADOS CON ACTIVIDADES MINERAS?
SEGOVIA – REMEDIOSANTIOQUIA
TÁMESISANTIOQUIA
URRAOANTIOQUIA SÍ
YARUMALANTIOQUIA
MEDELLÍNANTIOQUIA
MARMATOCALDAS
FRONTINOANTIOQUIA
JERICÓANTIOQUIA
FREDONIAANTIOQUIANO
JARDÍNANTIOQUIANO
CONCORDIAANTIOQUIANO
VALPARAÍSOANTIOQUIANO
SINCELEJOSUCRE
BARRANQUILLAATLÁNTICO
BOGOTÁDISTRITO CAPITAL
PÁRAMO DE SANTURBÁNSANTANDER
FUSAGASUGÁCUNDINAMARCA
CARMEN DE ATRATOCHOCÓ
CAJAMARCATOLIMA
SAN JOSÉ DEL GUAVIAREGUAVIARE
CUATRO ESQUINASGUAVIARE
BUENAVENTURACAUCA
LETICIAAMAZONAS
ARAUQUITAARAUCA
(Sí, hay un municipio en Colombia que se llama Fuente de Oro, departamento del Meta en los Llanos orientales, por ahí como en todo el corazón del país. Fuente de Oro fue fundado en los ’40’s por Esaú Vélez Real, Fautino Enciso y Abelardo Mojica, tres mineros desplazados al sur desde la región andina).

Los números del oro

Aquí unos datos sobre lo que es el oro en Colombia y la plata que mueve día a día:

Un solo lingote de oro puede llegar a valer hasta 150 millones de pesos. Si las empresas multinacionales tienen tecnología de punta para minería -que la tienen- sacar oro por lingotes, libras, toneladas, termina siendo una actividad no muy difícil ni cara.

Tengamos en cuenta la presencia de armas y guerreros en Colombia, dispuestos no a defender no una bandera sino a aquel les pague mejor. Desde esta lógica mercenaria de la guerra en Colombia (ajena para muchos medios en Colombia, que aún reportan el conflicto en términos “Uribe vs guerrilla”) tenemos tanto a quienes reclutan jóvenes para enseñarles a cuidar las minas como los tipos con corbata y cheques que le pagan a exsoldados para que defiendan socavones mallados con rifles de asalto.

Estos grafitis aparecieron hace 72 horas en el municipio minero antioqueño de Segovia. Foto de Prensa Paisa.

El agente restante es la Fuerza Pública, que como Ejército y Policía lleno de hombres armados, de vez en cuando se dejan convencer del dinero del oro para dejar pasar alguna cosita sin que se llame corrupción.

«Esto hace 30 años era una montaña»

El listado de municipios mineros en Colombia es así: hay 186 poblados con reservas subterráneas de oro, 98 con reservas de carbón, 5 con reservas de plata y 2 con coltán (el material con el que se fabrica el celular o el computador desde el que usted está leyendo este texto).

Ahora bien, en el tema medioambiental, la minería también se lleva un gran pedazo de nuestros ecosistemas, y usa recursos naturales para explotar recursos naturales.

Para obtener un gramo de oro se tienen que gastar mínimo mil litros de agua. Haga la cuenta: mil litros de agua para un gramo de oro.

Así es como queda una montaña luego de unos años de explotación minera. Pueden ser cientos o miles de años para que los ecosistemas se puedan recuperar. Foto © Juan Pablo Sepúlveda Posso.

Otro material químico muy común en la minería en Colombia es el mercurio, que usan los legales, ilegales y artesanales para separar las pepas de oro de los pedazos de tierra.

El mercurio es considerado como un material altamente tóxico para los seres humanos (también para el oxígeno), e inhalarlo por cierta cantidad de tiempo puede producir efectos irreversibles en los sistemas respiratorios, inmunes y otros. La manipulación de mercurio, se recomienda, debe ser hecha por expertos con vestidos especiales y máscaras para inhalar la menor cantidad posible del químico. En las minas artesanales, e incluso en las legales, los mineros suelen taparse la boca y la nariz con prendas de vestir y trapos, que no cumplen la función protectore y además se pueden caer con facilidad.

Jovanna Espitia, extrabajadora de la empresa AngloGold Ashanti, declaró que tras nueve meses de trabajo en el proyecto minero La Colosa, en el Tolima, un quiste se le formó en el cerebro y “acabó” con su vida. Los médicos le explicaron que había sido el mercurio.

Además de esto, la minería de carbón levanta un polvillo que produce enfermedades respiratorias graves, sin mencionar que seca fuentes hídricas y, a pesar de generar mucho dinero, alimenta la pobreza extrema alrededor de las minas y genera fenómenos de corrupción por las regalías que generan los minerales, regalías que terminan con facilidad en los bolsillos de las mafias políticas.

Para cerrar este apartado vamos a poner como ejemplo el caso de Jericó, pueblo antioqueño: el proceso de explotación que se iba a hacer allá era con túneles, y era para remover 617 millones de toneladas de rocas de montaña.

Los residuos contaminantes de esta actividad se habrían calculado en 250 millones de metros cúbicos que podrían haber acabado en el río Cauca. El riesgo latente era que la contaminación afectara las fuentes hídricas de toda esta zona del departamento, y a su vez a su industria cafetera y frutera.

A la empresa que iba a realizar esta explotación, mientras tanto, todo esto le tenía sin cuidado. Anglogold Ashanti tenía un ejército de abogados listos para salirle al paso a cualquier intento para frenar sus proyectos de explotación.

Mucho se luchó y, al menos por ahora, la comunidad fue la victoriosa. Pero… si se hubiera hecho este proyecto, de Jericó solo habría quedado el nombre.

Las afectaciones de la minería a los niños, sus padres, tíos, abuelos y sobrinos

La fiebre del oro es tal que los grupos armados colombianos, enemigos mortales que se disputan cada centímetro del campo colombiano, han hecho alianzas para proteger sus intereses mineros y sus territorios.



Calle de Amalfi, pueblo minero antioqueño. Foto © Juan Pablo Sepúlveda Posso.

Esto solo demuestra el poder que tienen estos grupos, y la influencia tan grande que tienen en el territorio Colombiano. Si los grupos armados son capaces de unirse para combatir a la Fuerza Pública y proteger sus minas, también pueden llegar a “controlar” la población, como nos dijo una fuente en Segovia, o ya directamente asesinarla por temas de oro, como nos contaron desde Marmato y Buriticá.

“Siempre hay una sensación de que hay alguien observando”, nos dijeron.

Los geólogos Camilo Tirado, Henry Martínez y Laura Flórez estaban en el corregimiento de Ochalí de Yarumal, en Antioquia, haciendo estudios de campo para una incursión minera hace dos años.

En la madrugada del jueves 20 de septiembre de ese año, al menos 7 hombres armados que se identificaron como disidentes de las Farc irrumpieron en el campamento de los geólogos y los ejecutaron.

Un dato curioso es que el Ejército tenía 100 hombres a kilómetro y medio. Así es el poder de los grupos armados: conocen mejor las montañas que el Ejército, y llegan a donde quieran tan rápido como salen de allí. Dos años después, este asesinato nunca se resolvió. Solo se dijo que fueron las disidencias.

Geólogos asesinados en 2018 cerca de Yarumal, en Antioquia. Foto: Archivo particular.

Listado de empresas involucradas con minería en Colombia

NOMBRELUGAR DE DOMICILIO¿INFLUENCIA EN HECHOS VIOLENTOS?*ZONA OPERACIÓN EN COLOMBIA¿PROBLEMAS CON LA JUSTICA INTERNACIONAL? *
ANGLO AMERICAN PLCJOHANNESBURGO, SUDÁFRICAANTIOQUIASÍ (PANAMÁ PAPERS)
TCBUENBUENAVENTURACAUCA, VALLE DEL CAUCA, NARIÑONO
KENIEBA EXPLORATION COMPANY LIMITEDISLAS VÍRGENES BRITÁNICASANTIOQUIASÍ (PANAMA PAPERS)
DRUMMONDALABAMA, ESTADOS UNIDOSLA GUAJIRASÍ (PANAMA PAPERS, JUSTICIA ESTADOUNIDENSE)
MINESABUCARAMANGANORTE DE SANTANDERNO – JUSTICIA COLOMBIANA
CERREJÓNCOLOMBIA Y BERMUDALA GUAJIRASÍ (PANAMA PAPERS)
CEMENTOS ARGOSMEDELLÍNBAJO CAUCA Y NUDO DEL PARAMILLOSÍ (PANAMA PAPERS)
GLENCOREBAAR, SUIZADESDE ANTIOQUIA HASTA LA GUAJIRASÍ (PANAMA PAPERS)
CEMEXMONTERREY, MÉXICOANTIOQUIASÍ (PANAMA PAPERS Y JUSTICIA ESTADOUNIDENSE)
MONÓMEROSBARRANQUILLACOSTA CARIBESÍ (PANAMA PAPERS)
YARACARTAGENASIN DATOSCOSTA CARIBESÍ (PANAMA PAPERS)
CONTINENTAL GOLDMEDELLÍN, CANADÁ Y CHINANOANTIOQUIASÍ (PANAMA PAPERS)
GRAN COLOMBIA GOLD TORONTO, CANADÁANTIOQUIASÍ (PANAMA PAPERS)
INVIMERZARAGOZACHOCÓSIN DATOS
BHP BILLINGTONLA HAYA, PAÍSES BAJOS – BAHAMAS – ISLAS VÍRGENES BRITÁNICAS – REINO UNIDOCÓRDOBASÍ (PANAMA PAPERS)
PRODECOBARRANQUILLALA GUAJIRASÍ (PANAMA PAPERS)
*Para la elaboración de estos apartados, Análisis Urbano contó con la compilación de noticias y archivos de El Espectador, La República, El Colombiano, ¡Pacifista!, Wikileaks, The Panama Papers, The New York Times, El Centro Nacional de Memoria Histórica y del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. También contamos con entrevistas a fuentes en los territorios, de quienes nos reservamos los nombres por seguridad.

¿Qué puede hacer el colombiano para proteger sus montañas?

Hace dos años, en el municipio de Fusagasugá (Cundinamarca), se llevó a cabo una consulta popular con el objeto de determinar si se adelantan en la zona actividades de exploración sísmica, perforación exploratoria, ‘fracking’, producción de hidrocarburos y minería a gran escala.

Según los resultados, hubo 202 votos positivos y 39.175 negativos. Se pasó el umbral (votación mínima en cualquier sentido), que era de 34.846 votos.   no solo se superó el umbral con más de 5.000 votos de más, sino que el 99,18% de los votos fueron a favor del NO.

Este es uno de los ejemplos de cómo la movilización ciudadana y las protestas y demandas organizadas pueden lograr que un municipio despache por la entrada de atrás cualquier intento de proyecto de economía extractiva que toque a la puerta de sus territorios.

Muchos expertos coinciden en que, para esta lucha contra la minería y por los ríos y el medio ambiente, no solo es necesario un trabajo juicioso de revisión jurídica, sino que la movilización ciudadana y la voz del pueblo en las calles también pueden ayudar a contrarrestar a las multinacionales, cuyo único objeto con nuestras piedras es hacer dinero.

Anthony Rondón Camacho, ingeniero agroindustrial y miembro del Comité Ambiental del Tolima opina que “es importante que la ciudadanía se movilice en favor del medio ambiente en el sentido de que más allá de un tema medioambiental, también es un tema territorial. 


Este vínculo hace que las personas empiecen a mirar hacia las montañas, hacia el agua, que reflexionen que el agua no es solo abrir la llave y que salga, sino entenderlo como un sistema, que vale la pena ver el paisaje pero que también es importante estar conscientes de las actividades que se hacen desde la ruralidad y estar conscientes de los sistemas de las vidas de las personas, y el respeto que debe tener la dimensión natural como un sujeto de derechos”.

Por otro lado, en Antioquia, las comunidades de 12 municipios se unieron para utilizar el recurso jurídico de los Acuerdos Municipales, que permite que los municipios reglamenten o prohíban proyectos extractivos como la minería.

Luego de una votación, los 12 pueblos lo lograron y se blindaron ante las multinacionales.

Protestas contra la minería a gran escala en Antioquia. Foto de Twitter.

Otros ejemplos han sido el de Santurbán y Cajamarca, donde ha sido la comunidad la principal encargada en oponerse a proyectos productivos que saben que van a traer más dolores de cabeza (literales) que beneficios.

De acuerdo con Fernando Jaramillo, ambientalista antioqueño y defensor de la montaña, en las regiones de no tradición minera, donde las multinacionales quieren llegar, “la población debe cerrarse a lo indeseado desde la paz, la cultura y la economía, y tener claro que las fuentes de empleo como la ganadería, caficultura y siembra se verían afectadas”.

También, dice Jaramillo, “la población debe estar bien organizada para ejercer control, organizar huelgas, pedir mejores condiciones a las empresas mineras y exigir que se cumplan a cabalidad sus Derechos Humanos.

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