La cantante Natalia Lafourcade quiso hacer un disco tan mexicano en «Un canto por México, Vol.1» que no le bastó con incluir algunos de los temas más icónicos del cancionero popular, sino que hasta quiso ponerse ramos de chiles y rábanos en la cabeza en las fotos promocionales para impregnarlas de «su aroma y sabor».
Así lo contó en una entrevista virtual con Efe desde su casa en el campo mexicano, donde puede salir a pasear sin llevar mascarilla: «estamos tan aislados que alrededor solo se ven árboles. Ni un humano», contó.
Ese aislamiento ha sido solo físico, pues la artista de 36 años ha estado hablando «hasta por los codos» de la producción de este álbum, que nació de la generosidad.
Comenzó con un concierto en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en noviembre de 2019, para recaudar fondos para el Centro de Documentación del Son Jarocho, la música típica de Veracruz, cuya sede fue muy afectada por los sismos de 2017.
A la convocatoria de Lafourcade, una de las artistas más respetadas del país, acudieron figuras tan diversas como Carlos Rivera, Leonel García, Jorge Drexler, Emmanuel del Real, Panteón Rococó, Los Cojolites, Los Auténticos Decadentes y el mariachi juvenil de Tecalitlán, entre otros.
Tantos, que un solo disco se le ha hecho poco. «Ya tenemos el volumen dos. Ahora hay que esperar cómo vamos con esto del coronavirus para decidir cuándo lo sacamos», reveló.
En el recién revelado Vol.1 están incluidas canciones como «Mexicana hermosa» con Rivera, «Hasta la raíz» con Los Cojolites y Los Auténticos Decadentes, «Ya no vivo por vivir» con García y «Para qué sufrir» con Drexler.
LA INFLUENCIA DE SU MADRE
«Un canto por México, Vol.1» trae además el estreno de «Mi religión», una canción de amor que Lafourcade le compuso a la gran pasión de su vida: la música.
«La escribí en un momento muy especial y quise plasmar lo que la música me hizo sentir esa primera vez que me presenté un escenario, muerta del miedo hasta que comencé a cantar. Entonces todo se transformó», recordó la artista.
En ese momento, con 10 años, supo que quería dedicar su vida a la música al recitar frases como: «En tu primer abrazo recuerdo que mi cuerpo vivo. Y temblorosa mi voz. Porque todo en este universo cobró razón», cantó.
Pero la artista reconoce que quizá esa intención habría cambiado de no ser por el apoyo de su familia. En particular, recordó cómo su madre le hacía cantar con ella armonías mientras la llevaba a la escuela.
Durante el confinamiento, además, está tomando con ella clases de piano. “Es mi maestra”, expresó.
MUCHA EMOCIÓN MEXICANA
Quizá porque fue grabado en vivo, o porque los artistas no pensaban que sus participaciones terminarían en un disco, pero «Un canto por México, Vol.1» es uno de los más emotivos de la artista, dentro de ocho producciones aplaudidas y exitosas.
“Quise que tocara muchas fibras. Hasta que oliera y tuviera el sabor de México”, indicó Lafourcade.
Con esto en mente, cuando hizo la sesión de fotos para la producción pidió que le pusieran ramos de rábanos, chiles, ajo, nopales y hasta camomila en la cabeza.
También quiso que se hicieran presentes las texturas del maíz, el barro y las vainas del guaje (Leucaena esculenta).
“Me entró esa idea loca y me encanta como quedó”, confesó.
Todo en el disco le recuerda y hasta le sabe a su México rural, al “campo, al mole, a los tamales de maíz”, pero también a las urbes con los vendedores ambulantes, los autos y el metro.
Por eso quiso incluir entre los temas los géneros musicales que viven los mexicanos, como los boleros, la cumbia, el norteño, el ranchero y la influencia del son jarocho.
EFE