Santiago de Chile, 21 Septiembre.- Una investigación liderada por científicos chilenos descubrió el primer «Neptuno Ultra Caliente», un tipo de planeta considerado una «bestia rara» y ubicado a 260 años luz de la Tierra, una distancia relativamente cercana en términos astronómicos.
El planeta, que responde al nombre científico de LTT 9779 b, es un poco más grande que Neptuno pero tiene el doble de peso, una densidad similar y orbita tan cerca de su estrella que su año dura solo 19 horas y su temperatura se eleva por encima de los 1.700 grados Celsius.
Según la investigación, publicada este lunes por la prestigiosa revista Nature, la temperatura de este nuevo cuerpo celeste ofrece una oportunidad única para estudiar las atmósferas planetarias fuera del sistema solar.
«Con semejante calor los elementos pesados pueden ser ionizados en la atmósfera y las moléculas disociadas, esto nos proporciona un laboratorio único para estudiar la química de planetas fuera del sistema solar», explicó el líder de la investigación, James Jenkins, académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la estatal Universidad de Chile.
El exoplaneta fue detectado por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS, por sus siglas en inglés), el cual observa diferentes sectores en el cielo, 13 en el hemisferio sur el primer año y 13 en el hemisferio norte en el segundo año.
El «LTT 9779 b» fue hallado en el llamado Desierto Neptuniano, un área en términos de radio y periodo donde raramente se encuentran mundos tipo Neptuno, de acuerdo con el artículo.
Se trata de una «bestia rara» que habita en una región escasamente poblada del espacio de parámetros planetarios, lo que es muy inusual, según la investigación.
El sistema estelar tiene alrededor de la mitad de la edad del Sol, con 2.000 millones de años, y dada la intensa irradiación no se esperaría que un planeta similar a Neptuno pudiera mantener su atmósfera durante tanto tiempo.
«LTT 9779 b tiene una atmósfera con una masa equivalente a unas tres veces la masa de la Tierra. Sin embargo, al estar el planeta tan cerca de la estrella, la radiación de esta debería haberla destruido rápidamente. La pregunta entonces es, ¿cómo el planeta pudo mantener su atmósfera por tanto tiempo?», se preguntó Jenkins.
Según la publicación, los estudios futuros de la atmósfera planetaria pueden revelar algunos de los misterios relacionados de cómo se forman esos planetas, cómo evolucionan y los detalles que lo constituyen.
EFE.