El atacante brasileño del PSG, famoso por sus caras de dolor ante aparentes faltas, se mostró desconsolado después de perder el título de la Champions League.
Luego de la derrota 1-0 en la final de Lisboa, Portugal, Neymar da Silva se sentó en un banco de suplentes a llorar en solitario.
En ese momento se le acercó su compañero Kylian Mbappé y el también brasileño Philippe Coutinho, hombre del Bayern, entre otros, para abrazarlo y acompañarlo en su dolor.
Sin embargo, no fue el único que entró en llanto, ya que hubo más jugadores del París Saint-Germán con lágrimas después del pitazo final.
El único gol de la contienda fue obra del volante francés Kingsley Coman, que definió de cabeza en el minuto 14 del segundo tiempo tras centro de Joshua Kimmich.
Esta era la primera final de Champions para el PSG, mientras que el Bayern llegó a su sexta conquista.
Tomado de Pulzo