“No les puedo pagar porque mi negocio es muy pequeño”, les insistió Ferney Valderrama Agudelo a los dos hombres que llegaron a su tienda del barrio Bolívar, en Buenaventura, a exigirle cuotas para que no le pasara nada. Volvió a decirles que no. Y esa fue su sentencia de muerte. En la noche del 14 de febrero, un sicario llegó a dispararle cuando tenía en los brazos a su hijo de 1 año y 5 meses. Valderrama murió y su bebé quedó herido. Bandas dan un código para poder transitar por Buenaventura, (Continuar leyendo aquí).