Bogotá, Colombia, 24 febrero de 2022.- Después de que el medio de comunicación La Nueva Prensa emprendió investigaciones en contra de algunos órganos estatales, ha recibido diferentes ataques, el último fue este martes, cuando atentaron contra la vida de unos de sus periodistas.
El periodista Julián F. Martínez fue víctima de un atentado este martes 22 de febrero en horas de la noche del cual salió ileso, así lo denunció La Nueva Prensa, medio de comunicación al que pertenece y que se caracteriza por hacer investigaciones que evidencian la corrupción por parte de funcionarios públicos y la violencia en el país.
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Según el comunicado que emitieron a la opinión pública, en el cual piden a la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), investigar y garantizar el derecho a la libre expresión, manifiestan que: “Aproximadamente tres delincuentes siguieron la camioneta blindada nivel tres en la que se desplazó hasta un conjunto residencial, Julián se bajó del carro y dentro de él se quedó el escolta que conducía y en la parte de atrás el perro del periodista. Los delincuentes que se movilizaban en un taxi intentaron abrir una de las puertas traseras, creyendo que quien estaba ahí era Julián y no su perro. El escolta respondió la agresión con su pistola y los delincuentes se retiraron”.
De inmediato llamaron a la Policía, pero los agentes de esa institución se demoraron una hora en llegar y además no realizaron las investigaciones pertinentes por el hecho, afirman.
Mientras crece la preocupación por la seguridad de Julián y los demás periodistas que hacen parte del equipo de trabajo de La Nueva Prensa, debido a las investigaciones que están realizando las cuales implican directamente a la Presidencia de la República de Colombia y la Fiscalía General de la Nación, por hechos relacionados con la «Ñeñe- Política», las declaraciones de la Policía en Bogotá dejan claro que no les interesa proteger la vida de ellos.
Así quedó evidenciado en la respuesta que dio el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, mayor general Eliecer Camacho, quien aseguró que «fue un posible intento de hurto al vehículo asignado al periodista Julián Martínez y que no hubo disparos».
Es decir, según la Policía, no hay razones para que quieran atentar contra la vida de Julián Martínez, por eso mejor se abre la investigación como un posible robo y no por un atentando con su vida debido a las investigaciones que ha realizado el periodista.
La Policía de Bogotá no actuó de manera inmediata, llegó una hora después, lo cual puso más en riesgo la vida de Julián y ahora dicen que fue un posible robo cuando evidentemente hay una persecución directa contra quienes ejercen el periodismo en este medio que denuncia corrupción y violencia en país.
El equipo de La Nueva Prensa, ha denunciado en diferentes ocasiones una persecución a los periodistas que integran el medio. Establecen que no solo ha sido este atentado que pone en riesgo la vida de uno de ellos, sino que también han sido víctimas de seguimientos, campañas de desprestigio como la que sufrió Gonzalo Guillén, quien expuso que fue víctima de un montaje judicial e interceptaciones ilegales de sus comunicaciones.
Exigimos que se respete el derecho a la información, que no ataquen más a los periodistas y que podamos ejercer la labor sin correr el riesgo de ser asesinados, pero sobre todo que las instituciones gubernamentales garanticen la vida y el ejercicio periodístico.
Análisis Urbano, como medio de comunicación alternativo, y también desde Corpades, nos solidarizamos con el equipo de La Nueva Prensa y exigimos una investigación para todos los hechos que han venido denunciando los cuales se han presentado después de investigar a la Fiscalía y a otros entes institucionales.
Apunte Urbano
Se sabía con antelación que esa era la salida mediática y falsa que utilizaría la Policía de Colombia para negar el atentado y hacerlo pasar con un simple hurto.
¿Será que los delincuentes son tan estúpidos que utilizan un taxi para atracar un carro blindado con dos escoltas?
