Bogotá, 30 septiembre de 2022.- Las manos de artistas y personalidades del mundo del automovilismo convirtieron en piezas de arte 40 réplicas del inolvidable Renault 4, el «amigo fiel», en los que prima el colorido y la visión particular de lo que significó ese auto en su vida y en la del país.
Los encargados de darle vida a las intervenciones fueron, entre otros, el automovilista Juan Pablo Montoya, el caricaturista Vladdo; artistas como Ana María Gutiérrez y Manuela Echeverry, y Camilo Ernesto Gordillo, «Ceroker», un grafitero que ha pintado murales en barrios bogotanos.
Las 40 piezas transformadas son réplicas de 40 centímetros del Renault 4, un carro que llegó a Colombia hace 60 años, que por su precio y economía en consumo de combustible se convirtió en el «amigo fiel». Incluso, un puñado de ellos todavía ruedan por las calles de Colombia.
ARTE CON FIN SOCIAL
Las particulares piezas, destacan el colorido y el nombre: «El toche», de Ceroker; «Encuentros inesperados», de Manuel Echeverry»; «A la lata con los Montoya», de Juan Pablo Montoya; «Carga larga y ancha», de Ana María Gutiérrez; «R-chiva», de Alejandro Sánchez», entre otras.
«Estas obras de arte, que reviven recuerdos y momentos inolvidables de uno de los íconos más importantes de la cultura colombiana, son interpretaciones artísticas que expertos y personajes afines con el mundo automovilístico han realizado para recaudar fondos destinados a labores sociales», explica a Efe Cristina Botero, directora ejecutiva de la Fundación Corazón Verde.
Esta Fundación trabaja con las familias de policías víctimas del conflicto armado en Colombia, para quienes irá lo recogido durante esta muestra que se exhibe en Bogotá.
La ejecutiva añade que la voluntad y el empeño también fueron las características de cada artista al intervenir las piezas que viajarán por varias ciudades colombianas para ser vendidas.
«Todo lo recaudado será destinado a ayudar a cambiarle la vida a las viudas de los policías, a los huérfanos para que tengan la oportunidad de tener una educación porque a ellos de un momento a otro se les apagó la luz y necesitan volver a arrancar», dice Botero.
EXPLOSIÓN DE COLOR
Grafitero de vocación, ilustrador por adaptación y reconocido como muralista, Ceroker es una de las representaciones más vivas del arte callejero de Bogotá.
«Lo mío es el color», dice a Efe al referirse a su obra «El toche», en el que «regó» pintura para darle forma a lo que significó para él el Renault-4.
«Todos tenemos experiencias diferentes y las plasmamos de forma diferente y por eso mi carro es colorido, como mi ropa, esa es mi marca», explica.
En el caso de otras réplicas, los artistas se decantaron por colores fuertes como el rojo, el anaranjado y no faltó el tradicional negro en el que se refleja el cielo y las estrellas de una galaxia.
«Todas son representaciones particulares y en cada una de ellas se puso el corazón porque los fines son de bondad, de desprendimiento hacia los policías que han sufrido la crueldad de la guerra», puntualiza Botero.
La exposición de estas réplicas estarán expuestas a partir del 1 de octubre en el centro comercial Andino de Bogotá, y después recorrerán otros centros comerciales de la capital y viajarán hasta el Country Club de Barranquilla, donde se expondrán hasta el 19 de octubre.
Recuerda que la Fundación Corazón Verde desde hace más de 20 años que ha tenido la participación y apoyo de grandes artistas como David Manzur, Pedro Ruíz, Hugo Zapata, Federico Uribe, Omar Rayo, entre otros, quienes con su talento y empatía han hecho del arte un vehículo de bienestar social.
EFE