Bogotá, 19 mayo.- Con plantones y concentraciones en las que se mezclan actividades artísticas comenzó este miércoles en varias ciudades colombianas una nueva jornada de protestas contra el Gobierno para exigir cambios en sus políticas.
Esta jornada fue convocada por el Comité Nacional de Paro en el que convergen sindicatos, organizaciones sociales y maestros que piden al Gobierno colombiano una amplia gama de demandas para las cuales las partes han tenido dos encuentros en Bogotá y la tercera reunión está pactada para mañana.
Los primeros manifestantes comenzaron a reunirse hoy en varios puntos de Bogotá, especialmente en el Parque Nacional, para luego caminar hasta la Plaza Bolívar, centro del poder político del país.
Allí, en medio de música y arengas contra el presidente colombiano, Iván Duque, los manifestantes pusieron en escena muestras de música autóctona y bailes.
Hay otros puntos de encuentro que finalizarán sus marchas en Los Héroes, un monumento en memoria de los soldados de la Independencia de los países bolivarianos y al que el domingo vándalos intentaron prenderle fuego.
En el día 22 de las protestas la gente insiste en que el Gobierno debe tomar medidas contra la violencia policial, que según organizaciones sociales como Temblores dejan 43 homicidios «presuntamente por parte de la Policía».
Al igual que el pasado 28 de abril cuando comenzaron las multitudinarias marchas en el país para mostrar su descontento, los manifestantes insisten en que no debe haber reforma a la salud porque la que está estudiando el Congreso supone privatizaciones, reclaman más oportunidades de trabajo y educación para los jóvenes.
MANIFESTACIONES SIN EL ESMAD
En Cali, capital del agroindustrial departamento del Valle del Cauca, y la ciudad que más ha sufrido por la violencia de los vándalos, las protestas de hoy comenzaron sin contratiempos.
El alcalde Jorge Iván Ospina confirmó que los agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía no estarán presentes en las marchas y que, en cambio, asistirán gestores sociales que, en caso de conflicto, harán de mediadores.
Ospina pidió ayer la renuncia de todo su gabinete pues, según dijo en redes sociales «son momentos que demandan transformaciones reales, ampliación de capacidades y recuperación de confianzas» y consideró que «el mayor reto» es dar «una solución nacional a demandas con garantías».
En Medellín, capital del departamento de Antioquia, las marchas también comenzaron pacíficamente. A esa ciudad llegó el martes la minga indígena cuyos representantes se reunieron con el alcalde Daniel Quintero para plantear sus reivindicaciones.
«La minga es un acto de paz y de vida, que motiva al diálogo, no al vandalismo y la violencia. Nuestro llamado es un llamado de paz, y esa será nuestra bandera en Medellín», escribió en redes sociales la Organización Indígena de Antioquia (OIA).
En Cartagena y Barranquilla, las dos principales ciudades del Caribe, las marchas arrancaron sin que se hubiesen presentado desmanes aunque hubo atascos en algunas avenidas.
EFE