Bangkok, 14 de noviembre de 2021 – Cientos de manifestantes prodemocráticos salieron de nuevo este domingo a las calles de Bangkok para protestar contra el fallo del Tribunal Constitucional de Tailandia que declaró esta semana ilegales las llamadas a reformar la monarquía.
La manifestación, la más numerosa desde hace meses, tenía previsto celebrarse delante del Gran Palacio de Bangkok, residencia oficial del monarca, pero los organizadores decidieron trasladarla al centro de la capital debido a la enorme presencia policial que se había desplegado en esa zona.
Al grito de «No queremos una monarquía absoluta» y levantando tres dedos de la mano, que se ha convertido en el símbolo las protestas prodemocráticas, los manifestantes se concentraron en una intersección de la zona comercial de la capital para mostrar su rechazo una decisión judicial que censura el debate público.
Ante pancartas que rezaban «Somo los representantes del futuro y no nos vamos a rendir» o «Este país pertenece a la gente», los manifestantes colgaron y quemaron después unos maniquíes vestidos con togas de jueces.
La convocatoria llegó en respuesta a la decisión del Constitucional que el pasado miércoles dictaminó que los llamamientos de los manifestantes a reformar la monarquía vulneran el artículo 49 de la Constitución.
La decisión del tribunal llegó tras una denuncia presentada por un activista promonárquico contra Arnon Nampa, Panupong «Mike» Jadnok y Panusaya «Rung» Sithijirawattanakul, líderes de las protestas que, impulsadas el año pasado principalmente por los estudiantes, piden reformas profundas en el país.
El fallo del Constitucional no tiene consecuencias penales directas, pero puede influir en los procesos abiertos contra al menos 137 personas, incluidos los líderes de las protestas y otros manifestantes, por vulnerar supuestamente la ley de lesa majestad.
Esta ley, criticada por la ONU, castiga con entre 3 y 15 años de cárcel a quien difame, insulte o amenace al rey, la reina o el príncipe heredero.
Las protestas prodemocráticas comenzaron en 2020 para exigir la dimisión del primer ministro tailandés, Prayut Chan-ocha, así como pedir la redacción de una nueva Constitución -ya que la actual fue escrita por la extinta junta militar (2014-2019)- y reducir el poder de los militares.
Sin embargo, la demanda más audaz es la reforma de la monarquía con el objetivo de minimizar su influencia política y la enmienda de la ley de lesa majestad.
Algunos cabecillas de las protestas prodemocráticas se encuentran actualmente en prisión al serles denegada la libertad bajo fianza.
EFE