Fuertes combates entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el ELN tienen en peligro a la comunidad de Cedral, en el municipio de Juradó en el Chocó. El fuego cruzado entre ambos bandos comenzó el pasado miércoles 24 de abril, y no da muestras de que vaya a acabar.
Según las denuncias de la comunidad de Cedral, de unas 400 personas, miembros de las AGC hicieron presencia desde el 23 de abril en las comunidades de Buena Vista, Dos Bocas, Pichindé y Cedral. Su objetivo, de acuerdo a lo que les escucharon decir los mismos habitantes, es ocupar y ganar todo este territorio que ahora está en manos de narcotraficantes y otros grupos armados.
Los miembros de las AGC, armados, llegaron al territorio de la comunidad de Cedral el pasado martes 23. Allí se asentaron y se prepararon para el combate. También, según las denuncias, han estado usando a las personas como “escudos humanos”.
Ya el miércoles 24 comenzaron los disparos en horas de la tarde: escuadras del ELN llegaron a expulsar a las AGC de este lugar. Desde entonces no ha cesado el enfrentamiento entre ambos bandos, y la población civil ruega a las autoridades que intervengan para preservar las vidas de los habitantes de Cedral.
Aunque las AGC tienen fuerte presencia en el Urabá antioqueño, más hacia el sur y hacia el oriente su poder e influencia empiezan a desvanecerse. Desde esta lógica, las AGC lanzaron lo que parece una ofensiva contundente para quedarse con territorios del Chocó y del Bajo Cauca, que también les proporcionan salidas fijas al mar, miles de hectáreas de coca y el cobijo de las selvas colombianas.