El primer ejecutivo de la constructora del grupo Odebrecht, Marco Siqueira, aseguró en una entrevista a Efe que los acreedores han dado su «voto de confianza» tras cerrar un acuerdo extrajudicial para reestructurar la deuda, un paso que, según dijo, permitirá a la empresa centrarse en la «conquista» de proyectos.
Tras un año y medio de negociaciones, la compañía, que desde 2014 se vio envuelta un escándalo de corrupción de dimensiones internacionales, llegó el pasado viernes a un acuerdo extrajudicial con el 60 % de los acreedores para reducir a más de la mitad la deuda total de 3.300 millones de dólares, en el marco del plan de reestructuración financiera.
«Eso significa la creencia y el voto de confianza de los acreedores en la continuidad de la compañía y la capacidad de generar negocios más adelante», afirmó Siqueira, quien asumió la responsabilidad de la constructora de Odebrecht (OEC) hace dos meses. Antes había liderado la división de proyectos inmobiliarios (OR).
Según el directivo, el acuerdo ahora alcanzado con los acreedores deberá ser ratificado por la justicia en los próximos 60 días y permitirá a la constructora concentrarse en su actividad comercial, ya que el mismo prevé una dilatación de 4 años y medio en el vencimiento de la deuda.
OEC, uno de los principales pilares del conglomerado empresarial Odebrecht, tiene previsto conseguir una facturación de 3.000 millones de dólares en el bienio 2020-2021 y una cartera de proyectos de 5.800 millones de dólares en el periodo, entre los pedidos que aún no han sido entregados y las nuevas conquistas.
Siqueira asumió que la pandemia del nuevo coronavirus podría postergar algunos proyectos, aunque precisó que la empresa opera con normalidad en casi todas las obras, con «rígidos» protocolos de salud y seguridad.
«Vemos alguna posibilidad de postergar por cuestiones relacionadas con la COVID-19. Los proyectos de infraestructura normalmente son postergados, puede cambiar un poco el cronograma, pero están ahí», comentó.
Pese a los efectos económicos de la pandemia a nivel mundial, el CEO de la constructora destacó la firma de cuatro proyectos en plena crisis del coronavirus, tres de ellos en Brasil y uno en el extranjero.
FOCO EN CINCO MERCADOS
La empresa, que llegó a operar hasta en 15 mercados antes del estallido del caso de corrupción «Lava Jato» que descubrió los negocios ilícitos de Odebrecht, tiene actualmente sus operaciones centradas en Brasil, República Dominicana, Perú, Angola y Panamá.
«Son países donde tenemos presencia histórica, una cartera de proyectos de gran porte realizados a lo largo de muchos años y creemos en el potencial de esos mercados. Tenemos la posibilidad de mirar otros mercados a partir de nuestras operaciones en esas oficinas», sostuvo.
La multinacional está cerca de concluir en Panamá sus últimos dos grandes trabajos, el del aeropuerto y la Línea 2 del metro.
Aunque Siqueira reconoció que el «fuerte ciclo de inversiones» en el país centroamericano no va repetirse «con la misma intensidad», avanzó que «existen potenciales proyectos que han sido visualizados y están en la etapa de presentación de propuestas».
RECONSTRUCCIÓN DE LA IMAGEN POR EL ESCÁNDALO DE CORRUPCIÓN
Odebrecht protagonizó, junto con otras 15 constructoras brasileñas, el mayor escándalo de corrupción en la historia del país al participar en una red que desvió, por medio de licitaciones fraudulentas y contratos inflados, millonarios fondos de la petrolera estatal Petrobras.
Pero la corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, cuyas autoridades investigan el pago de sobornos a poderosos políticos por parte de la constructora, entre ellos varios expresidentes de la región, como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
En el marco de un proceso de reestructuración y transformación que inició tras reconocer su implicación en la trama corrupta, Odebrecht firmó acuerdos con autoridades de diversos países en los que reconoció las prácticas ilícitas cometidas, aportó pruebas de las mismas y pagó multas millonarias.
La empresa venía intentando negociar con las autoridades de México, Colombia, Venezuela y Argentina, unas conversaciones que, según el ejecutivo, continúan aunque sin grandes avances por el momento.
En ese sentido, Siqueira reconoció que la reconstrucción de la imagen de la compañía es un proceso de «medio y largo plazo», aunque señaló que en los últimos años han habido «avances».
«El mayor foco del aprendizaje se dio en la ampliación de la transparencia y proximidad en el diálogo con la sociedad», afirmó.
En ese sentido, citó la implementación de un nuevo modelo de gobernanza con la participación de consejeros independientes, un programa de conformidad e integridad y la adopción de un sistema centralizado para la gestión de proveedores y pagos.
EFE