El jefe de la Misión de Verificación de Naciones Unidas para el proceso de paz en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, dijo este miércoles que el principal reto para el Estado colombiano es mejorar la seguridad de los desmovilizados de las FARC, líderes sociales y defensores de derechos humanos.
«Evidentemente hay grandes desafíos, unos de largo aliento y otros de corto plazo. Destacamos dentro de los desafíos los temas de seguridad», dijo el diplomático en una declaración en la Casa de Nariño después de reunirse con el presidente colombiano, Iván Duque.
Ruiz Massieu y Duque hicieron hoy un balance sobre los avances en la implementación del acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y las FARC en noviembre de 2016, tras más de cuatro años de negociaciones en La Habana.
PREOCUPACIONES COMPARTIDAS
El jefe de la Misión recordó que en el informe divulgado por la ONU el pasado 31 de diciembre se señaló que 2019 fue «el año más violento» para los exguerrilleros de las FARC que se acogieron al acuerdo de paz, pues en ese periodo se asesinaron 77 desmovilizados.
El documento afirma que desde la firma, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos «ha verificado 303 asesinatos de defensores y defensoras de los derechos humanos y líderes sociales, 86 de los cuales (incluidas 12 mujeres) ocurrieron en 2019».
«En seguridad, como saben en nuestro último informe así se plasma, hay preocupación sobre la seguridad de excombatientes, la seguridad de líderes sociales y defensores de derechos humanos, seguridad en las comunidades de algunos departamentos en particular como Chocó, Nariño, Cauca», aseguró Ruiz Massieu.
El documento al que hace referencia el diplomático analizó el trimestre comprendido entre el 27 de septiembre y el 26 de diciembre de 2019.
Ruiz Massieu aseguró que esas preocupaciones son «compartidas con el Gobierno, son preocupaciones con la sociedad colombiana y son temas de los cuales con el presidente (Duque) hemos hablado regularmente para ver cómo pueden ir mejorando la situación».
LO DESTACADO
De igual forma, el diplomático destacó los avances en la implementación del proceso de paz desde que Duque asumió el cargo hace 16 meses, entre ellos los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
Los PDET son programas subregionales de transformación integral del campo previstos para diez años mediante los cuales se ponen en marcha instrumentos de la reforma rural en los territorios más afectados por el conflicto armado, la pobreza, las economías ilícitas y la debilidad institucional.
Esos planes son, en opinión de Ruiz Massieu, «la entrada del Estado, es llevar infraestructura a las comunidades», algo que reiteradamente reclaman los campesinos, los desmovilizados de las FARC y líderes sociales.
También aseguró que destaca las 23 medidas adoptadas por el Gobierno Duque para reforzar la seguridad de los exguerrilleros de las FARC, anunciadas en junio del año pasado.
Además resaltó el aumento de presencia de la fuerza pública en las zonas donde residen los exguerrilleros y la creación de un grupo élite de la Policía dedicado a investigar amenazas a excombatientes, entre otras medidas.
«En el informe reportamos que hay avance en 15 de las 23 medidas y no obstante haber tenido un año complejo estamos completamente confiados y seguros que la implementación de esas medidas junto con los avances en la Comisión de Garantías podrá tener un impacto positivo y mejorar la situación de los excombatientes en lo que viene de 2020», remarcó el diplomático.
ENFRENTAR LAS DISIDENCIAS
Por su parte, el jefe de Estado colombiano destacó que una de las prioridades de su Gobierno ha sido combatir a las disidencias de las FARC y a otros grupos armados que generan violencia y que están detrás de los asesinatos de indígenas, exguerrilleros de las FARC, líderes sociales y defensores de derechos humanos.
«Pudimos mostrarle al país que hay un claro compromiso nuestro para enfrentar esas bandas criminales que están detrás de esos asesinatos e intimidaciones», dijo Duque.
El mandatario recordó que las fuerzas de seguridad del Estado combaten a grupos como el que comanda Leyder Johany Noscué, alias «Mayimbú», líder de una disidencia de las FARC en el convulso departamento del Cauca (suroeste).
Explicó además que esa disidencia «se ha vinculado al narcotráfico y amenaza a los líderes porque consideran que le están haciendo pedagogía positiva a la ciudadanía para no caer en las garras de ese reclutamiento criminal».
Por último, Duque le reiteró al diplomático que «el deseo de nuestro Gobierno es que la misión nos acompañe durante todo nuestro periodo de gobierno hasta agosto de 2022, para que ese seguimiento de Naciones Unidas contribuya a que la evaluación de la política de paz con legalidad sea totalmente veraz y ajustada a indicadores medibles».
EFE
