En un comunicado, la Misión de verificación de la ONU indicó que mantiene el compromiso de contribuir al éxito del esfuerzo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, en llegar a un acuerdo de paz.
La ONU, según el presidente Juan Manuel Santos, pidió que no se negociara por ahora un cese bilateral y temporal del fuego entre las partes sin que el nuevo presidente, Iván Duque, aprobara los protocolos. “Sería contraproducente firmar algo que el nuevo Gobierno no avale, pues si no está de acuerdo, significaría deshacer todo”, dijo Santos.
Para las Naciones Unidas, verificar si el nuevo Gobierno está de acuerdo con seguir estos protocolos es muy importante, puesto que el Consejo de Seguridad va a preguntar qué piensa el nuevo Gobierno con relación a un posible cese el fuego con esa guerrilla.
Tanto el Gobierno Nacional como el Eln finalizaron este miércoles 1 de agosto el sexto ciclo de diálogos en La Habana, Cuba sin lograr un acuerdo sobre un cese bilateral del fuego.
A lo largo de esos seis ciclos de trabajo, la Mesa de diálogos logró afianzar el respaldo de la comunidad internacional, representada en los países garantes (Brasil, Chile, Cuba, Noruega, y Venezuela), los que conforman el Grupo de Países de Apoyo y Acompañamiento a las Conversaciones (Alemania, Holanda, Italia, Suecia y Suiza), y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
La Conferencia Episcopal de Colombia y un número importante de organizaciones de la sociedad civil colombiana también apoyaron los diálogos.
La delegación del Eln manifestó que al terminar este ciclo de conversaciones “reiteramos nuestro convencimiento que el diálogo es la mejor manera para lograr una solución política a los conflictos que aquejan al país. Así lo hemos asumido, con la seguridad que, perseverando en él, más temprano que tarde alcanzaremos la paz completa. Si bien no llegamos en este ciclo a acuerdos completos sobre partipación y cese al fuego, el camino recorrido hacia ellos es muy significativo. Tenemos la certeza de que al persistir con voluntad y compromiso facilitaremos un impulso decisivo hacia el desarrollo de la Agenda de Diálogos”.
Esta es la transcripción del comunicado elaborado por la Misión de Verificación de la ONU:
“La Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, tomó nota de la Declaración Política del Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional, Eln, incluyendo la valoración de las partes de no haber llegado a acuerdos completos sobre participación de la sociedad y cese al fuego, pero recorrieron un camino muy significativo”.
“La Misión hace suyo el convencimiento manifestado en la Declaración de que el diálogo es la mejor manera para lograr una solución política a los conflictos, así como la seguridad que, perseverando en él, más temprano que tarde Colombia alcanzará la paz completa”.
“A invitación de la Mesa de Diálogos en La Habana, el Jefe de Misión, Jean Arnault, se reunió con las delegaciones del Gobierno y del ELN el día de ayer 31 de julio, después de que ambas partes constataron que no existían condiciones para llegar a un acuerdo de cese al fuego. Escuchó el balance que cada delegación hizo de sus actividades y su análisis de los retos a los cuales se enfrentaron en su intento de llegar a un acuerdo.
El Jefe de Misión notó que ambas partes reiteraron su interés común en una veeduría y verificación con participación de la Iglesia Católica y la ONU, y que, recogiendo la experiencia del Mecanismo de Veeduría y Verificación del Acuerdo de Quito, ambas también aspiraban a fundamentar su acuerdo en compromisos, reglas y protocolos concretos y precisos, que hicieran posible un trabajo exitoso de verificación”.
“Al mismo tiempo, la Misión constata que esta voluntad afirmada conjuntamente de llegar a compromisos claramente definidos sigue enfrentándose a los retos que la Misión compartió en su carta a las partes del 8 de febrero del 2018 sobre su evaluación del cese al fuego bilateral temporal en el Acuerdo de Quito. Estos mismos retos fueron descritos por el Secretario General en su informe al Consejo de Seguridad del pasado 2 de abril, el cual enfatiza las diferencias de fondo existentes en torno a la definición de acción ofensiva, el alcance de los compromisos humanitarios y el papel del mecanismo de monitoreo y verificación”.
“Superar esas diferencias persistentes para lograr un cese al fuego robusto y duradero será el desafío de futuras negociaciones. Sin embargo, la necesidad de un esfuerzo creativo y continuo para alcanzar un cese al fuego ambicioso que recoja todas las preocupaciones no significa que este proceso de paz no pueda producir efectos positivos inmediatos para la población, incluyendo una reducción de la violencia. Al contrario, su legitimidad no se puede sostener sin estos beneficios tangibles para las comunidades y la sociedad en su conjunto”.