Colombia, 3 diciembre de 2024.- En una acción contundente contra el crimen organizado, la Policía Nacional de Colombia informó la captura de 178 personas acusadas de secuestro y extorsión en diferentes regiones del país. La operación, denominada “Aquiles”, se llevó a cabo de manera coordinada entre las unidades del GAULA y la Fiscalía General de la Nación, logrando desmantelar 22 estructuras delictivas dedicadas a estos crímenes.

Golpe a las principales bandas criminales

Entre los grupos desarticulados destacan el EGC, mal llamado “Clan del Golfo”, “Los Costeños de Cachete”, “Los Pepes de Malambo”, “Los Peludos”, “La Terraza”, “Renacer”, y “Los Pachencas”, entre otros. Estas organizaciones utilizaban métodos violentos y sofisticados para intimidar a sus víctimas, incluyendo el uso de panfletos, videos con amenazas, y ataques directos contra viviendas y negocios para obligar a comerciantes y ciudadanos a pagar sumas de dinero que oscilaban entre 1 y 50 millones de pesos.

En el marco de las operaciones, se incautaron 10 armas de fuego, 71 cartuchos de diferentes calibres, 6 proveedores, 2 granadas, 8 motocicletas, 7 vehículos y 121 equipos de comunicación. Además, se realizaron procesos de extinción de dominio sobre bienes utilizados para cometer los delitos o que pertenecían a los cabecillas de las bandas.

Resultados por regiones

En Barranquilla, las autoridades capturaron a 11 presuntos integrantes del grupo “Los Costeños de la 40”, entre los cuales se encontraba alias Boliqueso, hombre de confianza de alias Castor, líder de la organización que actualmente se encuentra en un centro penitenciario de Bogotá. Según la Policía, alias Boliqueso fue enviado a Medellín por su jefe para evadir las autoridades, pero desde allí continuaba coordinando extorsiones en los barrios Las Nieves, Simón Bolívar, Los Trupillos, La Chinita, Rebolo, Montes, San Roque y Chiquinquirá.

En Medellín, la operación llevó a la captura de 17 personas vinculadas a la banda “Los Peludos”. Estos sujetos, liderados por alias Oreja, extorsionaban a comerciantes y agricultores en diversos sectores de la ciudad. Las autoridades revelaron que utilizaban menores para cometer delitos y monopolizaban la compraventa de productos básicos como alimentos y gas propano. Además, forzaban el desplazamiento de aquellos que se negaban a pagar las extorsiones. Alias Oreja, quien portaba un brazalete electrónico del INPEC, tenía un extenso historial delictivo con al menos 15 ingresos a centros penitenciarios.

En Malambo, Atlántico, se desarticuló la banda “Los Pepes de Malambo” con la captura de 9 integrantes, identificados con alias como “Pither”, “Garabito”, “Wilber” y “El Flaco”. Este grupo era responsable de exigir pagos extorsivos mediante amenazas directas, uso de armas de fuego y distribución de panfletos intimidatorios en barrios como Bellavista, San Antonio y Villa Esperanza.

Declaraciones oficiales

El brigadier general José Luis Ramírez, jefe Nacional del Servicio de Policía, resaltó la importancia de la operación, señalando que los delitos de secuestro y extorsión son dos de los principales factores que afectan la percepción de seguridad de los colombianos. “La Policía Nacional ha destinado todas sus capacidades para combatir estos fenómenos criminales. El trabajo conjunto con la Fiscalía General ha sido clave para desarticular estas organizaciones y devolver la tranquilidad a las comunidades afectadas”, indicó.

Ramírez también destacó el golpe contra la estructura de “Los Costeños de Cachete”, que incluía la extinción de dominio de cuatro viviendas valoradas en más de 1.544 millones de pesos. Asimismo, señaló que las investigaciones incluyeron videos y otras pruebas que demuestran cómo las bandas ejecutaban sus operaciones delictivas.

Entre los aspectos curiosos, se reveló que algunos integrantes de “Los Costeños” llevaban tatuajes y gorras con las iniciales OCC (Oficina de la Costa Los Costeños) como muestra de fidelidad a su líder alias Castor, quien incluso tenía canciones compuestas por sus subordinados en su honor.

Impacto social y próximo paso

La operación “Aquiles” representa un golpe significativo a las estructuras criminales que operaban en varias regiones del país. Según las autoridades, las investigaciones continuarán para identificar y capturar a más integrantes de estas redes delictivas. Este tipo de esfuerzos buscan no solo desarticular las bandas, sino también restablecer la confianza de las comunidades en las instituciones encargadas de garantizar su seguridad.

A.U.

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