Budapest, 16 de mayo de 2022.- El ultranacionalista Viktor Orbán ha sido elegido hoy por cuarta vez consecutiva como primer ministro de Hungría, durante una sesión en el Parlamento en la que volvió a acusar a la Unión Europea de querer eliminar la soberanía de los países miembros y en la que reiteró su veto a un embargo al petróleo ruso.
«Bruselas intenta erradicar la soberanía de los países miembros, y en vez de la Europa de la naciones quiere construir los Estados Unidos Europeos», dijo Orbán después de haber prestado juramento a la Constitución.
El nombramiento de Orbán recibió el apoyo de 133 de los 199 diputados, mientras que 27 votaron en contra y 39 no participaron en la votación.
El político ultranacionalista reiteró que su Gobierno mantendrá sus políticas centradas en la defensa de las fronteras, la familia y los menores.
«No aceptaremos medidas económicas que arruinen a las familias», enfatizó el primer ministro.
Orbán subrayó que Hungría seguirá siendo miembro de la UE y que «luchará por la unión de las naciones libres e iguales».
En relación a la invasión rusa de Ucrania, el primer ministro afirmó que «la UE no tiene instrumentos para tratar la crisis» y dudó de que la política de sanciones a Moscú logre «poner de rodillas a Rusia».
Con todo, dijo que su país no bloqueará ninguna medida de Bruselas a no ser que se «cruce la línea roja», en clara alusión al embargo de petróleo ruso al que Budapest se opone, argumentando que su enorme dependencia energética de Rusia provocaría graves daños a su economía.
La oposición ha protestado de formas variadas contra el nuevo mandato de Orbán.
Por ejemplo, el líder de la izquierdista Coalición Democrática y ex primer ministro Ferenc Gyurcsány aseguró que Orbán y su Gobierno ha manipulado a la opinión pública y que «las elecciones del pasado abril no fueron ni libres ni justas y el nuevo Gobierno será ilegítimo».
El partido de Orbán, el Fidesz, logró el pasado 3 de abril su cuarta super mayoría absoluta, al lograr el 54 % de los votos y 199 de los 233 escaños del parlamento húngaro.
EFE
