Budapest, 26 noviembre.– Los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán, y de Polonia, Mateusz Morawiecki, se reunieron este jueves en Budapest para reafirmar su veto a los presupuestos europeos y expresar su rechazo a que el respeto del Estado de derecho sea una condición para el desembolso de fondos comunitarios.
En una declaración ante la prensa y en un comunicado conjunto los dos mandatarios anunciaron que los dos países se defenderán mutuamente en las discusiones actuales en la Unión Europea.
Ambos países, bajo procedimientos de la UE por vulnerar el derecho comunitario, vienen asegurando desde hace semanas que el condicionamiento de los fondos solo serviría como un arma con la que la mayoría podría obligar a países miembros a aceptar medidas con las que no estén de acuerdo.
LA CRISIS
En su comunicado los dos mandatarios acusan a los demás líderes europeos de haber creado la actual crisis en el seno de la UE, que trata de encontrar un consenso sobre sus próximos presupuestos (2021 a 2027) y el desembolso de las ayudas comunitarias contra la crisis del coronavirus, en total unos 1,8 billones de euros.
«La situación actual que impide la rápida conclusión del proceso legislativo fue creada por quienes han establecido un vínculo entre el Estado de derecho y el presupuesto de la UE», señalaron.
En todo caso, Orbán y Morawiecki aseguraron hoy que están a favor de encontrar una solución «para que los recursos financieros estén lo antes posible a disposición de todos los Estados miembros».
INTENTOS DE LA PRESIDENCIA
La presidencia alemana de la UE y la Comisión Europea intentan encontrar una salida que todos los países puedan aceptar, para hacer posible el desembolso de las ayudas económicas, especialmente importantes para países como España, Italia o Francia.
«Estoy convencido de que todas las partes son conscientes de su responsabilidad y contribuirán a una solución», dijo esta semana el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegó a sugerir a Polonia y Hungría que lleven ante la Justicia europea sus dudas sobre el mecanismo para vincular los fondos europeos al cumplimiento del Estado de derecho y dejen mientras tanto de bloquear la tramitación del paquete de reconstrucción.
ARMA POLÍTICA
A pesar de que en julio los 27 Estados miembros acordaron unánimemente la creación de un mecanismo de condicionalidad para vincular los fondos al cumplimiento de los valores del Estado de derecho, ahora estos dos países del Este de Europa dicen que se trata de un nuevo texto.
«El resultado de las negociaciones entre la presidencia del Consejo y el Parlamento Europeo no se atiene al acuerdo logrado por los jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo de julio», afirman en el comunicado emitido este jueves.
En este sentido, el ultranacionalista Orbán afirmó hoy que «la propuesta actual no es aceptable para Hungría» y agregó que ésta «serviría para crear la primacía de la mayoría y no del derecho».
DURAS ADVERTENCIAS
El primer ministro húngaro, que se opone categóricamente a la inmigración, reiteró que en realidad se trata de que según Bruselas solo los países que aceptan a refugiados son Estados de derecho.
Su homólogo polaco fue más allá y agregó que el veto se debe a que la propuesta de condicionamiento «está motivada políticamente» y «podría conducir a la desintegración de la UE».
«Es una solución peligrosa y mala», advirtió Morawiecki, del gobernante partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS).
Marcelo Nagy