Ciudad de Panamá, 7 mar – El Gobierno de Panamá otorgará un permiso temporal humanitario a 112 migrantes irregulares, deportados por EE.UU. en el marco de un acuerdo bilateral, para que estos puedan salir del albergue en el que se encuentran y tramitar su salida del país, bien sea repatriados o aceptados por una tercer nación.
Este permiso será por 30 días prorrogables hasta 90, y las entrevistas para otorgarlo comenzarán a más tardar este sábado, dijo el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, en declaraciones a periodistas este viernes.
Los migrantes, nacionales de países extracontinentales, también tendrán acceso a un abogado, agregó el titular del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá.
Panamá recibió en febrero pasado a 299 migrantes irregulares extracontinentales enviados por EE.UU. en el marco de un acuerdo que lo convirtió en país «puente» para su repatriación.
De esas 299 personas, «177 ya han retornado de manera voluntaria (a sus países) y 10 están pendientes de tomar el vuelo a casa. Hay 112 que no han aceptado tomar el vuelo voluntario a casa porque le han comentado a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) que sienten que es un peligro regresar, e invariablemente tampoco quieren regresar a un tercer país», explicó Ábrego.
Los 112 migrantes se encuentran «protegidos» en el albergue migratorio de San Vicente, en la provincia de Darién, fronteriza con Colombia, y el permiso temporal les permitirá ir a la capital panameña u otra ciudad nacional a tramitar su salida voluntaria del país.
«Entiendo que ellos se han negado a aceptar la ayuda de la OIM y la ACNUR porque quieren hacerlo por sus propios medios, que se lo han expresado», sostuvo el ministro de Seguridad Pública panameño.
La prensa local informó la semana pasada que Panamá fue demandada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por supuestamente haber violado los derechos de las personas deportadas por EE.UU.
Las cifras del flujo migratorio inverso
En lo que va de año, unas 3.100 personas han entrado a Panamá por la frontera con Costa Rica hacia el Sur, tras ver frustrada su intención de ingresar a Estados Unidos, reveló Ábrego.
Es la cantidad que «hemos podido contabilizar junto con Costa Rica», en el marco de la operación conjunta para atender este creciente flujo inverso de migrantes.
Las autoridades ticas reciben a los migrantes en tránsito hacia el sur en el Centro de Atención Temporal de Migrantes (CATEM), situado en la localidad de Corredores, cerca de la frontera común, donde buses panameños los buscan y llevan al puerto de Miramar (Panamá), donde toman un bote que los lleva hasta la comunidad panameña de La Miel, desde donde salen hacia la comunidad colombiana de Sapzurro, precisó Ábrego.
Asimismo, el ministro dijo que se mantiene la caída del flujo migratorio de sur a norte, al precisar que «ayer (jueves) no entró nadie», el día anterior lo hicieron «13 y el anterior 0».
Las autoridades panameñas informaron el pasado 28 de febrero sobre «una disminución del 96 %» en lo que iba de año del ingreso de migrantes a través de la selva del Darién, la frontera natural con Colombia, pues solo habían cruzado 2.637 personas frente a las 72.294 del mismo lapso del 2024.
Durante los últimos años el mayor flujo migratorio en Panamá se producía de sur a norte a través de la selva, alcanzando en 2023 la cifra récord de más de 520.000 migrantes, mientras que para 2024 la cifra cayó a 300.000.
EFE