Asunción, 12 julio.- Paraguay inauguró este lunes su megavacunatorio en el Autódromo Rubén Dumot, a unos 20 kilómetros de Asunción, con los trabajadores considerados prioritarios, como policías o bomberos, en un ambiente festivo entre autoridades y personal médico y vacunados, con una orquesta de fondo que animó las primeras horas.
Y es que tras vacunar al personal sanitario, adultos mayores, embarazadas, personas de 50 años en adelante y población con enfermedades de base, este lunes fue el turno de militares, policías, docentes, periodistas y trabajadores del Poder Judicial, entre otras profesiones.
La vacunación empezó a las 7.30 hora local, aunque los coches que ocupaban la «pole position» en el circuito comenzaron a hacer fila desde el domingo por la mañana.
En uno de los vehículos, un grupo de docentes comentó a Efe que llegaron a las inmediaciones del autódromo, conocido popularmente como Aratirí, el domingo sobre las 11.30 de la mañana.
Marcos, uno de los profesores, reconoció que aguardaban su dosis «con mucha ansiedad» y lamentó que el turno de los educadores llegara unos cinco meses después de que comenzara el plan de vacunación contra la covid-19, que ha dejado hasta la fecha unas 14.000 muertes en el país.
Sin embargo, con su primera dosis de este lunes, aseguró que empezará «mucho más tranquilo» el segundo semestre.
Unos metros más adelante, en uno de los varios carriles de la pista del autódromo, Alba Benítez, psicóloga educacional en una escuela para sordos, se incorporó esta mañana al coche de su prima, que llevaba desde la tarde del domingo formando fila.
«Tenemos mucha esperanza, creo que la vacuna va a permitir que como sociedad tengamos una vida más tranquila», dijo emocionada a Efe.
Como muchos otros paraguayos, denunció que la vacuna «llega un poco tarde» y acudió a vacunarse con el recuerdo de los que no superaron el virus, en su caso, su suegra.
Mientras se iban incorporando más vehículos a los cuatro carriles improvisados en la pista del Autódromo, el ministro de Salud, Julio Borba, y el titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Joaquín Roa, dieron la «largada» a esta carrera por la vacunación con la que se espera llegar este lunes al millón de vacunados.
Borba aseguró que el avance de la vacunación «abre una nueva esperanza» y se refleja, también, en la situación de los hospitales.
«Está cayendo tanto la cantidad de positivos como de pacientes internados. El sistema se nota un poco menos estresado que antes», dijo a los medios.
No obstante, insistió en «no bajar la guardia desde ningún punto de vista».
El Autódromo Rubén Dumot es uno de los 217 centros de vacunación habilitados en todo el país, como el Comando de Institutos Militares de Enseñanza del Ejército (Cimee), en la localidad de Mariano Roque Alonso, abierto a toda la población, pero lleno este lunes de filas de militares para recibir su vacuna.
La directora del Hospital Distrital de Mariano Roque Alonso, Silvia Jiménez, se encargó de supervisar el avance de la vacunación masiva, ya que el Cimee está habilitado tanto para peatones como para vehículos.
«Tenemos 16 bocas de vacunación para todos los trabajadores esenciales. Aumentamos bastante nuestra capacidad con la ayuda de los militares y voluntarios que están viniendo. Esperamos vacunar a 4.000 personas en el día de hoy», manifestó a Efe.
Jiménez insistió en que «todas las vacunas son seguras» y representan «una dosis de esperanza para que podamos volver a la normalidad».
Paraguay pretende vacunar a unos 4,7 millones de los 7 millones de habitantes que conforman su población.
Las cifras de Our World in Data, actualizadas el 6 de julio, muestran que un 9,04 % de los paraguayos cuentan con una dosis de la vacuna contra el coronavirus, mientras que el 1,91 % ya tiene la pauta completa.
El país sudamericano acumula 13.918 fallecidos, 393.333 recuperados y 437.719 contagiados desde marzo de 2020, cuando se detectó el primer caso en el país.