Jartum, 4 mar – La Constitución de transición firmada esta madrugada en Nairobi por el grupo paramilitar sudanés Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y otros partidos aliados estipula que el Ejército estará controlado por los rebeldes y que se convertirá en una institución «plural» para integrar a todos los grupos étnicos de Sudán.
Según el documento, al que tuvo acceso EFE, esta Carta Magna alternativa pretende anular el documento constitucional vigente desde 2019 e impulsar la formación de un Gobierno paralelo que rivalice con el actual, que está controlado por la cúpula militar de Sudán, pese al rechazo que ha mostrado una parte de la comunidad internacional.
El borrador de Constitución firmado por las FAR y otra veintena de grupos afines define que «el núcleo del nuevo Ejército nacional» serán los propios paramilitares y otros grupos armados rebeldes aliados, todos ellos acusados por organizaciones de derechos humanos de cometer crímenes de guerra e incluso de lesa humanidad durante el actual conflicto.
Asimismo, estipula que la composición de la institución castrense «reflejará la diversidad y la pluralidad de todos los pueblos sudaneses», pese a que las FAR han sido acusadas también de cometer «masacres» por motivos étnicos en las zonas del sur y del oeste de Sudán.
Por otra parte, esta Constitución alternativa estipula que Sudán es un Estado laico y descentralizado, mientras que prevé un periodo de transición de dos etapas: una primera desde la aprobación de la Carta Magna hasta el fin de la guerra iniciada en abril de 2023; y una última que se iniciará inmediatamente después y que se alargará diez años.
Sobre la formación de un «Gobierno de transición», el documento detalla que no tendrá «cuotas partidistas» y que estará compuesto por «personas calificadas, comprometidas con la Constitución y la Carta Constituyente de Sudán».
La firma de la nueva constitución se llevó a cabo mientras las FAR pierden aceleradamente territorio a favor del Ejército, especialmente en los estados de Jartum y Al Yazira; el Nilo Blanco, en el sur; y Kordofán Norte, en el oeste, adyacente a la región de Darfur donde los paramilitares mantienen el control de la mayor parte de la zona.
La guerra en Sudán ha causado de momento decenas de miles de muertos y ha obligado a unos 12 millones de personas a abandonar sus hogares, más de 3 millones de ellas a otras naciones, lo que ha convertido al país en el escenario de la peor crisis de desplazados del planeta, según la ONU.
EFE