Con el paso de los días, los efectos perjudiciales del paro camionero se siguen sintiendo, diversos sectores económicos desde los procesos de producción, comercialización y exportación sienten las pérdidas que van en aumento, incluso se afirma que ya son notorias las pérdidas de empleo en varias regiones del país. El Medellín metropolitano no es ajeno a esa realidad. Aquí se han sentido fuertemente los coletazos del paro camionero; empresas de cárnicos, leche, huevos e importantes restaurantes se han visto afectados. El efecto negativo también lo sienten las plazas de mercado Mayorista y Minorista, y en consecuencia todo está al alza y ya escasean alimentos básicos de la canasta familiar.
La ilegalidad armada, que tiene ingentes ingresos producto del tráfico de drogas interno —o microtráfico—, también ha padecido las consecuencias negativas del paro. Las plazas de vicio no están marchando al ritmo acostumbrando porque falta materia prima para abastecerlas, “no hay con qué trabajar”, es la queja de quienes controlan el tráfico de droga en las comunas, “la cosa está tan ‘hp’ que la cripa está por las nubes, vuela por sí sola, su precio se incrementó”.
Los comentarios sobre la escasez de la marihuana se escuchan en las comunas 5, 8, 10, 13,16, entre otras y en el sur y norte del Valle de Aburrá. Fuentes consultadas por Análisis Urbano, dicen que el clamor es general y, como dicen los traficantes: “en definitiva el paro nos toca y golpea a todos por igual” por ejemplo, «Un blunt que costaba $3500, hoy cuesta $5500, el proveedor, que trae de tres a cinco unidades, antes del paro costaba $1000, hoy vale $2500»
No podemos olvidar que desde el departamento del Cauca salen, aproximadamente cada mes, 60.000 libras de marihuana con destino a la ciudad de Medellín, de las cuales 20.000 llegan a la comuna 8, Villa Hermosa.
También la cadena del tráfico de cocaína estaría afectada por el paro, ya que la materia prima utilizada —la base de coca para cristalizarla posteriormente en laboratorios incrustados en periferias, casas, apartamentos, fincas—, no está llegando en las cantidades requeridas. La cadena del tráfico tiene eslabones a lo largo de la ruta que termina en el Valle de Aburrá y tiene como epicentro la capital antioqueña.
En conclusión, más de 2000 plazas ubicadas en Medellín y su área metropolitana podrían estar sintiendo la escasez de los productos. Solo faltaría que la institucionalidad dijera que tan solo es un mito urbano lo que puede estar ocurriendo y que las plazas tienen suficiente marihuana y perico para pasar la crisis provocada por el paro camionero. Amanecerá y veremos.
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