Santiago de Chile, 6 oct – Los jugadores del equipo Club Deportivo Palestino, de la primera división chilena, saltaron este domingo al campo con una pancarta en la que denunciaban el “genocidio en Palestina” durante su partido de liga contra Coquimbo Unido, en conmemoración del primer aniversario de los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza.
La acción fue realizada a pesar de la posibilidad de ser sancionados por parte de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP), que en ocasiones anteriores ya ha castigado a la plantilla por expresar su apoyo a la causa palestina.
El club, que representa a la comunidad palestina en Chile, compartió las imágenes del acto en sus redes sociales, donde se puede ver a los jugadores sosteniendo la pancarta en la que se lee la consigna de condena a los ataques sobre Gaza.
Chile alberga a la mayor diáspora palestina fuera del mundo árabe, con alrededor de 500.000 personas que se han integrado plenamente en la sociedad chilena y que tienen una destacada influencia en ámbitos económicos, políticos y sociales.
La comunidad ha apoyado históricamente la causa palestina y, en consecuencia, el Club Deportivo Palestino ha adoptado como parte de su identidad la defensa de los derechos de ese pueblo.
No es la primera vez que el equipo chileno utiliza el fútbol como plataforma para manifestarse. En 2014, la ANFP multó a Palestino por utilizar un uniforme en el que el número “1” formaba un mapa de Palestina, lo que se interpretó como una alusión política y provocó reacciones de protesta por parte de grupos pro-israelíes en Chile.
Desde entonces, cualquier manifestación del club en este sentido es observada de cerca por las autoridades del fútbol chileno.
La ANFP aún no se ha pronunciado oficialmente sobre las sanciones que eventualmente podría enfrentar el club, pero los precedentes apuntan a que Palestino podría verse nuevamente en el centro de la polémica.
Sin embargo, la directiva del club ha reiterado que continuará apoyando la causa palestina como un gesto de solidaridad con sus raíces y su comunidad.
EFE