Paseo de la muerte acabó con la vida del periodista Mauricio Orjuela

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El periodista Mauricio Orjuela, de 36 años, falleció en una clínica de Bogotá, después de sufrir por más de un mes con una dolencia que lo llevó a la muerte y que de haber sido atendido a tiempo y sin dilaciones administrativas, hoy estaría recuperándose de una pequeña cirugía.

Orjuela acudió a varias clínicas por una operación de apendicitis que se complicó. Ya la Superintendencia de Salud ordenó investigar el caso para que se conozca quiénes, por qué y por cuáles razones Mauricio Orjuela murió.

Doña Stella Bernal, la señora madre de Mauricio, y su padre, denunciaron que el periodista no fue atendido oportunamente, a pesar de su grave estado de salud.

Asegura doña Stella que debido a un fuerte dolor, Mauricio acudió al Hospital de Engativá el 10 de julio pasado para que lo atendieran gracias a su afiliación a Medimás EPS. Allí le suministraron calmantes durante dos días, mientras el medicamento que requería para un examen previo a la cirugía fuera autorizado por alguien encargado de, al parecer, posponer, dilatar, aguantar, confundir, enredar, retardar y diferir su entrega.

Sin embargo, el medicamento no llegó, su situación empeoró y la infección dañó gran parte de su intestino, al que le tuvieron que cortar diez centímetros.

La EPS aseguró en un comunicado que al periodista se le atendió oportunamente y que acompañó todo el proceso asistencial, autorizando las solicitudes de las IPS y garantizando los requerimientos hechos por los médicos que lo trataron.

Sin estar bien aún, a Mauricio lo enviaron para la casa. El 6 de agosto, el periodista oriundo de Villavicencio, Meta, recayó en su estado de salud. Esta vez doña Stella lo llevó a la Clínica Shaio, pero como no había convenio con Medimás, le exigieron un adelanto de 10 millones de pesos para poderlo atender. Esa cantidad de dinero no fue posible conseguirla, por lo que lo remitieron a un centro médico de la calle 100, de Bogotá, en el que estuvo tres días hospitalizado. Allí todo empeoró. Sin embargo, lo enviaron a su casa.

Este lunes 13 de agosto su estado de salud se agravó. Lo llevaron de urgencia de nuevo al hospital General de la 100. Llegó sin pulso. Su apendicitis ya iba en peritonitis y fue necesario ingresarlo a cirugía. La gravedad de la infección le provocó varios infartos. Finalmente murió.

Lo que padeció Mauricio en sus últimas horas de vida lo sufren muchos colombianos todos los días. La pésima atención en las IPS y la negligencia, desidia y poco interés de las EPS por la salud de sus afiliados son el pan diario en este país. Claro, dirán, un enfermo cuesta mucho y es mejor dejarlo morir…