Medellín, Colombia, 3 julio de 2025.- La ciudad de Medellín, históricamente afectada por la violencia urbana y el dominio territorial de estructuras armadas organizadas, se encuentra ante una oportunidad sin precedentes para avanzar hacia la reconciliación: las Conversaciones Sociojurídicas de Construcción de Paz Urbana. Esta iniciativa, promovida desde el gobierno nacional, ha sido reconocida por la ONG Corpades como una estrategia audaz y necesaria en el marco de la llamada «Paz Total».
Desde la publicación de la Resolución 138 de 2023 en la Gaceta Oficial de Presidencia, el 29 de mayo del año pasado, se autorizó oficialmente el Espacio de Conversación Sociojurídica en la Cárcel La Paz de Itagüí. Esta resolución —basada en las facultades otorgadas al presidente Gustavo Petro por la Ley 418 de 1997— abrió un canal legítimo de diálogo con estructuras armadas en Medellín y el Valle de Aburrá.
La creación de este espacio ha tenido impactos positivos, particularmente en zonas donde el control armado y las dinámicas de ilegalidad han impuesto miedo e incertidumbre durante décadas. La iniciativa permite no solo conversaciones con actores armados, sino también la participación activa de víctimas, comunidades y organizaciones sociales, consolidando así una vía de construcción de paz desde la raíz del conflicto urbano.
Corpades destaca que el poder real en Medellín sigue en manos de estos actores ilegales, una afirmación incómoda pero fundamental para entender el contexto. En ese sentido, el paso hacia el reconocimiento institucional del diálogo con estas estructuras representa una ruptura con la negación histórica y la oportunidad de transformar escenarios de violencia en territorios de reconciliación.
Desde abril de 2023, antes incluso de la expedición de la resolución, ya se habían iniciado acercamientos clave con voceros de estas estructuras, lo que refleja una voluntad real de avanzar en la pacificación desde dentro. A un año del decreto, los primeros resultados son esperanzadores: disminución en confrontaciones, fortalecimiento de redes comunitarias, y la integración de organizaciones civiles en los procesos de seguimiento y evaluación.
Este proceso, aunque aún frágil, se perfila como una herramienta fundamental para sanar el tejido social de Medellín. La Paz Urbana, entendida como un compromiso colectivo entre Estado, actores sociales y estructuras en transición, está dejando de ser una utopía para convertirse en un horizonte alcanzable.
A.U.
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Hacia La Paz Urbana Diálogos Como Única Vía Para Sanar Medellín by Análisis Urbano Medellín