Sao Paulo, 23 febrero.- Las acciones de la petrolera Petrobras, controlada por el Estado brasileño, repuntaron este martes más de un 6 % en el inicio de las operaciones en la bolsa de Sao Paulo, tras caer un 21 % el lunes por el revelo en la presidencia de la compañía propuesto por el Gobierno.
Los títulos de la estatal brasileña se situaban entre los valores que más subían este martes en el índice Ibovespa, referencia del parqué, que registraba ganancias próximas al 1 %.
Las acciones preferentes de la petrolera rebotaban un 7 %, mientras que las ordinarias subían en torno a un 6 %.
El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, anunció el viernes pasado a través de sus redes sociales al general retirado del Ejército y exministro de Defensa Joaquim Silva e Luna como nuevo presidente de la mayor empresa del país.
El Consejo de Administración de Petrobras, controlado por el Gobierno, se reúne este martes para analizar, entre otros asuntos, el nombramiento del militar para comandar la estratégica compañía.
Presionado por el sector camionero, hasta ahora aliado del mandatario y que amenazaba con una nueva huelga como la que paralizó el país en mayo de 2018, Bolsonaro lleva semanas criticando el alza del precio de los combustibles, que acumulan una subida de alrededor del 30 % en lo que va de año.
Petrobras justifica ese incremento en la fuerte apreciación del dólar frente al real brasileño y en el comportamiento del mercado internacional de petróleo.
Sin embargo, Bolsonaro no aceptó esos argumentos, anunció una exención fiscal temporal de los tributos federales aplicados al combustible y decidió no renovar el mandato al frente de Petrobras de Roberto Castello Branco, un economista que fue designado por el propio gobernante a petición del ministro de Economía, Paulo Guedes.
Entre el viernes y el lunes, Petrobras perdió alrededor de 100.000 millones de reales (18.200 millones de dólares) en valor de mercado.
Los agentes económicos interpretaron el cambio, que aún debe ser ratificado por el Consejo de Administración, como una interferencia del líder ultraderechista en Petrobras, que es de control estatal, pero tiene acciones negociadas en Sao Paulo, Nueva York y Madrid.
Bolsonaro, capitán retirado del Ejército, aseguró este martes a un grupo de seguidores en las puertas del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, que Joaquim Silva e Luna «va a ordenar» la petrolera.
«Ustedes van a ver cómo va a mejorar Petrobras. Y si hay que hacer algún cambio, lo haremos», garantizó el jefe de Estado brasileño.