Seúl, 19 jun – Corea del Norte ha concluido la reunión plenaria de su partido único subrayando que el lanzamiento fallido de un cohete espacial con satélite espía a bordo el pasado 31 de mayo fue el «error más grave» en la primera mitad del año e instó a hacer un «análisis exhaustivo» para lanzar otro lo antes posible.
Durante el plenario, el Politburó del Partido de los Trabajadores mostró su respeto por los «avances reconocidos por el mundo gracias a las capacidades militares técnicas de alto nivel y a la velocidad de desarrollo de sistemas de armas» de las fuerzas estratégicas norcoreanas, encargadas de los sistemas de misiles nacionales, según informó hoy la agencia estatal KCNA.
«Por otro lado, se revisaron estrictamente los fallos que se revelaron en algunas áreas y que no pueden pasarse por alto», detalló KCNA sobre la última jornada de la reunión, que arrancó el pasado viernes y concluyó ayer, domingo.
«El error más grave fue el fallo en el lanzamiento del satélite de reconocimiento militar, una importante labor estratégica en lo referente al desarrollo espacial, el 31 de mayo», añade el artículo.
El Chollima-1, un nuevo tipo de cohete portador norcoreano, se estrelló en el mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas) debido a un fallo en el encendido de los motores de la segunda fase del proyectil.
El informe resultante de la reunión «criticó amargamente a los funcionarios que irresponsablemente llevaron a cabo los preparativos para el lanzamiento del satélite», y planteó la necesidad de «hacer un análisis exhaustivo sobre las causas y las lecciones de este reciente fracaso y lanzar con éxito el satélite de reconocimiento militar en un breve lapso de tiempo».
Durante la reunión de tres días, en la que se trataron, además de asuntos de defensa, temas económicos (se instó a incrementar la producción agrícola o a cumplir con los plantes para construir nueva vivienda), diplomáticos u organizativos, el Partido de los Trabajadores reafirmó su intención de potenciar la producción de «poderosas armas nucleares» ante el «cambiante panorama de seguridad».
«Las aventuras militares y la ofensiva reaccionaria del imperialismo norteamericano y los títeres surcoreanos, que están siendo más imprudentes que nunca, amenazan gravemente la seguridad y los intereses de desarrollo del Estado obstaculizando seriamente nuestros avances», destacó el reporte.
Pionyang ha rechazado las invitaciones al diálogo de Seúl y Washington, que el año pasado retomaron sus grandes maniobras combinadas y el despliegue rotatorio de activos estratégicos estadounidenses en la península coreana al tiempo que el régimen realizaba un número récord de ensayos de proyectiles.