Platino, el duro de las AGC, cayó por porte ilegal de armas

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En el operativo realizado por la Dijín de la Policía Nacional, el 23 de agosto, en la vereda Las Cruces, municipio Cocorná, Antioquia, subregión del Oriente, fueron capturados Diego Fernando Coca, alias Platino —o el Invisible—, Edwin Berrío Naranjo, Orlay Grisales Cardona, Darwin Raúl Manyoma y Jaime Eduardo Alzate —administrador de la finca—. La acción policial no contó con orden de allanamiento, por lo que al parecer no se tenía la certeza de ser el inmueble en donde encontrarían a Platino, el segundo de alias Nicolás, líder de las AGC —o Clan del Golfo—.

Platino se encontraría en el inmueble rural que, según la Fiscalía, fue ubicado por indicaciones de una fuente que manifestó tener conocimiento de tres construcciones frecuentadas por este y donde estaría con otras personas, quienes posiblemente portarían fusiles, pistolas y radios de comunicación para coordinar sus actividades ilegales; sin embargo, fuentes de inteligencia consultadas por Análisis Urbano dan cuenta de que alias Platino sería la primera vez que estaría en el inmueble donde fue capturado. De ser cierta esta versión se desvirtuaría lo dicho por la fuente. Otras fuentes cuentan que el Invisible portaría armas legales al igual que algunos de sus acompañantes; armas con salvoconducto vigente y permiso especial que les permitía portarlas en cualquier parte del territorio nacional. La pregunta que queda es: ¿para que portan armas ilegales si tienen la posibilidad de que alguna de las brigadas del Ejército Nacional les provea armas con papeles en regla tal como lo hicieron con alias Pichi Belén?

Siendo las 16:40 horas se inició la diligencia de registro, comenzando por un cuarto externo de la residencia, donde no se hallaron elementos materiales probatorios ni evidencia física. En el patio se encontró un celular de color blanco, marca Nokia; en un cajón de una máquina de coser se encontró una vainilla 9 mm. En la habitación principal, donde presumiblemente pernoctaba Diego Coca, se halló un celular negro, marca Samsung. Sobre el ventilador de la habitación principal se encontró otro celular.

En el registro de allanamiento del inmueble se encontró, entre las pertenencias de Platino, un maletín negro con los siguientes elementos: pistola 9 mm, varios elementos de comunicación, una granada, dinero y una cédula con el nombre de Diego Alexander Rincón Valencia —número 15519190—, nueve trozos de billetes de $50.000, un billete de $100.000, un billete de 500 euros, una hoja amarilla con manuscritos, seis tarjetas de presentación personal, una hoja color blanco y una estampilla del Señor de los Milagros. Asimismo, en otro lugar de la vivienda fue hallado un maletín marca Mario Hernández, de propiedad de Coca, encontrando una pistola color negro, calibre 9 mm, sin serial y con un proveedor de 15 cartuchos, una granada y un iPhone.

Según pudo establecer la Agencia de Prensa Análisis Urbano, los trozos de billetes de diferentes denominaciones que fueron encontrados en poder Platino serían utilizados como claves para la realización de actividades ilegales o para contactarse con personas en otros lugares de la geografía colombiana en donde tienen acuerdos las AGC.

En el acta de allanamiento y registro quedó la constancia de Diego Coca de que los elementos materiales y la evidencia física hallados en su poder no eran suyos, por lo que no estampó su firma en ella. La misma constancia la dejaron Orlay Grisales Cardona, Darwin Raúl Manyoma y Edwin Berrío Naranjo.

El capturado Darwin Raúl Manyoma, Coca, portaba salvoconducto y permiso especial para porte nacional de una pistola 9 mm, certificado por Indumil, pero no tiene permiso para portar explosivos.

En cuanto a Platino, de acuerdo con la Fiscalía, el Sinar e Indumil certificaron que cuenta un arma registrada con permiso, el cual no se extiende para la pistola calibre 9 mm, marca Tangoflio, modelo Force 99, por lo que al no haber sido importada legalmente al país no tiene registro Indumil. Tampoco cuenta con permiso para poseer explosivos.

A todos los capturados les fue imputado el delito de porte ilegal de armas de uso privativo de la fuerza pública. A Platino se le sumó el delito de falsedad de documento público, al tener en su poder una cédula con el nombre de Diego Alexander Rincón Valencia —número 15519190—, que tenía la huella de Diego Coca, confirmada por la Registraduría como auténtica. La licencia de conducción, con la cual se transportaba en los 14 vehículos que le fueron incautados, también tenía el mismo número de cédula, siendo expedida legalmente por un organismo de tránsito.

De acuerdo con la Fiscalía, pese a que Coca lo negó y dejó constancia, se halló en su poder una pistola 9 mm Beretta, con proveedor con capacidad para 15 cartuchos. Según la fiscal, aunque esta pistola tiene características para ser de defensa personal, excede los 9 cartuchos. También se le encontró, envuelta en papel, una granada de fragmentación en regular estado.

Lo curioso de la captura de Diego Fernando Coca es que pese a tener un perfil alto y siendo el enlace entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia con otras organizaciones ilegales, dentro del allanamiento al inmueble en donde residía le fueron encontradas armas de uso privativo, por lo que no le serían imputados otros delitos, sino el de porte ilegal de armas, así como la falsedad de documento público.

El juez de Control de Garantías, a quien le correspondió conocer de la legalización de captura, la imputación de cargos y la imposición de medida de aseguramiento, tomó la decisión, por petición de la Fiscalía, que considera que alias Platino es un peligro para la sociedad, es escurridizo y con facilidad puede cambiar de identidad, de enviar a un centro carcelario tanto a Diego Fernando Coca como a los demás capturados.

¿Quién es alias Platino?

Diego Fernando Coca, alias Platino o el Invisible,  estuvo en el extinto Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), al mando de alias Miguel Arroyave, y al parecer nunca se desmovilizó, por lo que continuó siendo un paramilitar que posteriormente recibió el llamado de jefes como Daniel Rendón Herrera, Rafa García, Juan de Dios Úsuga conocido con el alias de Geovanny Guerrillo, para que integrara el ejército paramafioso que surgía después de las desmovilización parcial de las Autodefensas Unidas de Colombia. Dicho ejército sería conocido inicialmente como Los Urabeños, después como el Clan Úsuga —después de la muerte de Juan de Dios Úsuga, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, sería el máximo cabecilla de esta organización—, posteriormente la rebautizaron como el Clan del Golfo, aunque su verdadero nombre es Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

Sobre este personaje se han tejido muchas versiones, una de ellas es que desde la clandestinidad se unió al grupo Hijos de Castaño, al mando de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, y el Viejo Rafa (exmiembro de EPL, hoy capturado), que derivó en Los Urabeños. Sus compañeros de tropa fueron alias Otoniel, máximo comandante de las AGC; Ramiro Bigotes; Paulo o Pablito; y Nicolás —jefe de alias Platino—.

Según esto, la máxima cúpula de las AGC estaba conformada por miembros del Bloque Centauros y del Ejército Popular de Liberación (EPL), con lo que tienen una amplia experiencia en tácticas de guerrilla y estrategias sanguinarias heredadas de las autodefensas paramilitares.

Presuntamente fue capturado varias veces, una de ellas en 1998. Se habría fugado de la cárcel La Modelo, en Bogotá, ofreciendo dinero a una cadena de custodios del Inpec. Esta fuga quedó en total impunidad y no fue revelada a los medios, ni por el Gobierno ni por las directivas de la dirección carcelaria.

Se dice que Platino continúo con su vida social y nunca fue requerido por las autoridades, siguiendo con los negocios ilegales, en pleno auge de las AUC y negociación política de sometimiento con el gobierno Uribe.

Posteriormente fue capturado el 18 de septiembre de 2017 a la 1:50 p. m., en Melgar, Tolima. En ese momento se le consideró el segundo al mando de alias Nicolás, uno de los jefes de importancia en el Estado Mayor de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, después de Otoniel.

De nuevo se supo que Diego Fernando Coca saldría de la cárcel; unos dicen que fue una nueva fuga, otros argumentan que salió legalmente por un habeas corpus otorgado por un juez de la república, lo claro es que siguió perteneciendo a las AGC y además seguiría siendo el hombre de confianza y jefe financiero de alias Nicolás. Sería, además, el jefe de alias Ferney, otro financiero, encargado de las extorsiones, control de peso de la base de coca y envío a través de las zonas de Urabá y otras regiones del país donde esta estructura paramafiosa tiene presencia.

Afirman las autoridades que una de las funciones importantes de Platino era coordinar actividades criminales hacia Europa, Centroamérica y Estados Unidos, pasando por México, se dice que las AGC o Clan del Golfo tienen una fuerte relación con el cartel de Sinaloa, distribuidor de cocaína en el mercado gringo. También sería el encargado de cobrar las vacunas en muchas regiones de Colombia. Una de sus características era estar pendiente de que todos los «usuarios» de las AGC respondieran por las deudas con la organización criminal.

El siguiente encuentro de Platino con las autoridades tuvo lugar entonces en Cocorná el pasado 24 de agosto. Ante las unidades de la Dijín de la Policía se identificó con una cédula original a nombre de otra persona. En su poder le fue hallada una pistola. Además, en el sitio al parecer fueron encontradas tres pistolas calibre 9 milímetros, una granada de fragmentación, un revólver calibre 38, una escopeta de repetición y más de 100 cartuchos de diferente calibre. Asimismo, fueron incautados 15 celulares, sin embargo, algunas versiones apuntan a que este armamento no estaría en ese lugar y mucho menos pertenecería a alias Platino y a sus acompañantes.

A Platino le fueron imputados los delitos de porte ilegal de armas de fuego de defensa personal y de uso civil privativo de las Fuerzas Militares, y falsedad ideológica en documento público. La Fiscalía también adelantará una investigación por presuntas irregularidades en la entrega que el Ejército le concedió de un permiso especial de porte de armas de fuego a Manyoma y Coca.

Tres días después, el lunes 27 de agosto, fue presentada por las autoridades la captura de Cometa, alias de Alexander Uribe Morales, quien ya fue presentado ante el juez tercero Penal Municipal Ambulante de Antioquia, quien le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario por el delito de concierto para delinquir agravado, en calidad de cabecilla.

Un fiscal especializado contra la criminalidad organizada adelanta la investigación contra alias Cometa, quien, según investigación oficial, hace parte de las AGC desde 2010 y actualmente era el jefe financiero en los corregimientos Currulao, El Tres y Nueva Antioquia, municipio de Turbo, en el Urabá antioqueño.

Es ideólogo, entrena las tropas, da inducción y entrenamiento a quienes ingresan a las filas de las AGC, es el hombre de las cuentas, recoge los dineros de las extorsiones y el narcotráfico, es el encargado de pagar la nómina de sus hombres y un hombre de entera confianza de alias Otoniel, principal cabecilla de las AGC.

Oportunidades ante la ley, delación y otras traiciones

Detrás de estas capturas repentinas y sorpresivas hay mucho más que simple inteligencia. Al parecer, dentro de las AGC se mueve algo fuerte —la captura de Platino así lo demuestra—. Pocas personas sabían dónde se encontraba, el refugio le fue otorgado por un importante miembro del llamado Estado Mayor de las AGC; algunos afirman que habría sido Nicolás el único que sabría. Lo claro es que Platino y Nicolás están capturados, el primero en las instalaciones de la Sijín, negando que el armamento ilegal fuera de él y afrontando una condena por 22 años y preguntándose quién fue el que lo entregó, si solo su jefe alias Nicolas sabría de su paradero. Este último permanece hace más de 20 días en el búnker de la Fiscalía General de la Nación a la espera de cuál será su sitio de reclusión y pensando si el Estado Mayor de las AGC y su máximo comandante alias Otoniel creen que él es el delator que está entregando rutas, comandantes, entre otros.

Estas caídas de cabecillas de las AGC son extrañas ante la opinión pública. Investigadores y analistas del conflicto no creen en tanta eficacia institucional, pareciera que la delación está al orden del día y algunos jefes importantes la estarían utilizando para sacarla barata ante la justicia colombiana, norteamericana e incluso inglesa.

Situaciones extrañas como las caídas de cargamentos con cocaína en Bélgica, grandes embarques con estupefacientes que iban para Europa fueron detectados, interceptados por autoridades extranjeras, podrían llevar a un nuevo escenario de reconfiguración del poder criminal en Colombia. ¿Será cierto que en este posible caso de delación y ante la negativa de un proceso de sometimiento acorde con lo requerido por esta estructura paramafiosa, las AGC estarían pensando en vender la franquicia a alguno de los carteles mexicanos?

La ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano le proponen a Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, Mauricio o Mao, líder de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, que a pesar de ser incierto el camino del sometimiento a la justicia y que la Ley 1908 de 2018 no brinda garantías reales para la entrega, siga insistiendo en ese propósito con el Estado Mayor, comandantes, mandos medios y base de las AGC. La paz es el camino y también es justo que lo trasegue. No debe olvidar que hay un proceso de delación muy fuerte dentro de la estructura; puede que él no sepa quiénes son los delatores y puede que sospeche de personas cercanas a él como alias Nicolás, pero es claro que esto podría llevar al surgimiento de nuevas organizaciones criminales desde las AGC, provocando, no un desmantelamiento, un fraccionamiento con consecuencias desastrosas para el país. Le proponemos que se adelante y retome el camino de la paz.

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