Un trabajo articulado entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, que contó con el apoyo de las Alcaldías de Medellín y Bello (Antioquia), permitió asestar en los últimos días un golpe contundente a la criminalidad en estos dos municipios del Valle de Aburrá.
En desarrollo de la Operación Thor se logró afectar de manera certera a 12 estructuras criminales dedicadas especialmente a los delitos de homicidio, hurto, tráfico de estupefacientes y extorsión.
Las Grupos de Delincuencia Común Organizada (GDCO) afectados son conocidos en el mundo del delito como ‘Los Cocuelos’ o ‘Intocables’, ‘Los Tatos’, ‘Las Gatas’, ‘Los Electrónicos’ y ‘La Imperial’, dedicados al delito de hurto; ‘Los Carabanudos’ y ‘El Morro’ o ‘Villa Flora’, inmersos en el tráfico de estupefacientes, y ‘Pachelly’, los ‘Mondongueros’, ‘La 38’, ‘Joaquinillos’ y ‘Las Independencias’, involucrados en los delitos de homicidio y extorsión.
Gracias a los trabajos de inteligencia e investigación criminal, que se extendieron por seis meses, y producto de 92 diligencias de registro y allanamiento, se lograron 102 capturas en Medellín y Bello, de las cuales 95 fueron por orden judicial (una de ellas la aprehensión de un menor de edad), dos en flagrancia y cinco más en centros de reclusión, donde se realizaron nuevas imputaciones. Estas personas fueron puestas a disposición del ente acusador por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, concierto para delinquir, extorsión, secuestro, instrumentalización de menores de edad para la comisión de ilícitos, desplazamiento forzado, tráfico y porte de estupefacientes y hurto calificado y agravado.
Tres de los capturados son señalados como los presuntos cabecillas de algunas de las organizaciones delictivas golpeadas en desarrollo de la operación. Se trata del hombre conocido como ‘El Calvo’ de la agrupación ‘Joaquinillos’; ‘Curramba’, quien estaba al frente de los ‘Mondongueros’, y ‘el Negro Luis’ de ‘El Morro’ o ‘Villa Flora’. Así mismo, 30 de los capturados figuraban como coordinadores dentro de las estructuras y los 69 restantes eran integrantes que cumplían diversas funciones criminales. Algunos de ellos presentan antecedentes judiciales por los delitos de homicidio, hurto calificado, tráfico y porte de estupefacientes y porte de armas de fuego.
En total, durante la operación se incautaron tres armas de fuego, 650 dosis de marihuana, 485 dosis de cocaína, $1.330.000 en efectivo, 16 celulares, 2 vehículos, una motocicleta y dos radios de comunicaciones.
Las acciones encabezadas por la Policía Nacional permiten neutralizar la injerencia criminal de las mencionadas redes delincuenciales que obtenían rentas ilícitas por 1.700 millones de pesos mensuales a partir del tráfico de estupefacientes, la extorsión, el hurto a personas, especialmente de celulares y en la modalidad de ‘fleteo’ o de suministro de sustancias que dejaban en estado de indefensión a sus víctimas; y el hurto a comercio y entidades bancarias, que eran ejecutados especialmente en los parques San Antonio, Berrío y Botero del centro de Medellín; las comunas Popular, Castilla, San Javier, Robledo y Belén de la capital de Antioquia, al igual que en el municipio de Bello.
Otro de los objetivos de la operación se cumplió con la recuperación de cuatro entornos escolares y universitarios de Medellín, que venían siendo afectadas con el tráfico de sustancias estupefacientes.
Las estructuras criminales
El ‘modus operandi’ de las estructuras delincuenciales que afectaban a los ciudadanos se caracterizaba por el uso de la violencia, a través de armas blancas y de fuego. Incluso, algunos de los casos fueron registrados por cámaras de seguridad de la ciudad y de establecimientos públicos. Estas son las agrupaciones golpeadas:
‘Los Cocuelos’ o ‘Intocables’. Es una de las estructuras que más afectaba el centro de Medellín, mediante el hurto a personas, especialmente a usuarios del transporte público y extranjeros. Lo hacían a través de atracos en los parques San Antonio y Botero, así como en la Avenida Oriental.
‘Los Tatos’. Están comprometidos en casos de hurto a personas y al sector comercio (tiendas, supermercados, almacenes de cadena) en Candelaria, Laureles, Poblado y Belén de Medellín, para lo cual intimidaban a sus víctimas con armas de fuego.
‘Los Electrónicos’. Investigados por el hurto de $ 215.390.000 a un cajero electrónico de Medellín. Uno de ellos realizaba trabajos técnicos a los dispositivos.
‘Las Gatas’. Integrada por mujeres vinculadas al hurto a personas mediante la modalidad de suministro de sustancias que dejaban a sus víctimas en estado de indefensión. Posteriormente, les robaban las tarjetas débito y crédito para cometer los hurtos.
‘Los Caravanudos’. Afectaban los barrios Estación Villa y San Benito, así como entornos escolares y parques mediante el tráfico callejero de sustancias estupefacientes durante las 24 horas del día. Utilizaban árboles, aceras y viviendas para camuflar la droga.
‘El Morro o Villa Flora’. Inmersos en el tráfico de estupefacientes a través de puntos móviles en el barrio Villa Flora de Medellín. Incluso, afectaban un entorno educativo.
‘La Imperial’. Sus integrantes se dedicaban a la comisión de hurtos en modalidad de ‘fleteo’ en Medellín. Además, comercializaban estupefacientes y drogas sintéticas.
‘Pachelly’. Dedicados a la extorsión a los sectores comercio, transporte y residencias, y efectuaban préstamos mediante la modalidad de ‘gota a gota’. También están siendo investigados por secuestros, homicidios selectivos, desplazamiento forzado y por el control a sitios de almacenamiento, distribución, venta y consumo de estupefacientes.
‘Los Mondongueros’. Su principal fuente de financiación está basada en el cobro de extorsiones a los sectores comercio y residencial por concepto de vigilancia ilegal. Además, se lucraban a través de la venta y tráfico de estupefacientes en pequeñas cantidades y el hurto en todas sus modalidades.
‘Las Independencias’. Obtenían rentas criminales a través del tráfico de estupefacientes, extorsiones y demás actividades delincuenciales que conllevaban a cometer otros delitos como el homicidio, desplazamiento forzado, amenazas y lesiones personales, entre otros, en la Comuna 13 de Medellín.
‘Joaquinillos’. Entre sus principales fuentes de financiamiento criminal están los delitos como desplazamiento forzado agravado, extorsión agravada y hurto calificado y agravado.
‘La 38’. Estructura dedicada a las extorsiones a los sectores comercio y residencial por concepto de vigilancia ilegal y por el acceso al servicio de agua potable. Además, obtenían dinero gracias a la venta y tráfico de estupefacientes en pequeñas cantidades y al hurto en todas sus modalidades.
La ‘Operación Thor’ se suma una reciente intervención liderada por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación en Medellín en la que se adelantaron 116 diligencias de registro y allanamiento y que arrojó un saldo de 332 capturas por distintos delitos, al igual que la incautación de 29 armas de fuego, 900 kilos de estupefacientes, 545 cartuchos de diferentes calibres, 11 proveedores y 115 armas blancas. Además, se logró la recuperación de 74 automotores.