Tiflis, 1 diciembre de 2024.- La policía georgiana disolvió este domingo con el empleo de gases lacrimógenos y cañones de agua un nuevo mitin de protesta opositor contra la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 el inicio de las negociaciones de adhesión con la Unión Europea, en la tercera noche consecutiva de disturbios en el centro de Tiflis.
A igual que dos mítines anteriores, el de anoche, que reunió a varios miles de personas, desembocó en violentos enfrentamientos entre los manifestantes europeístas y efectivos antidisturbios.
Los acontecimiento se desarrollaron según el mismo guión de las manifestaciones del jueves y el viernes, los participantes en las protestas levantaron anoche barricadas junto del Parlamento y algunos de ellos lanzaron bengalas contra el edificio que causaron un incendio que fue sofocado sin mayores consecuencias.
Las fuerzas antidisturbios, que no actuaron con todos sus medios hasta esta mañana, se limitaron a detener los manifestantes que se acercaban a los cordones policiales.
El primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, denunció ayer que «los radicales y sus patrocinadores extranjeros siempre están tratando de encontrar una razón para intentar provocar disturbios en el país y la ‘ucranización’ de Georgia».
Según Kobajidze, ellos «aún no se han dado cuenta de que, a diferencia de Ucrania en 2013, Georgia es un Estado independiente con instituciones sólidas y, lo que es más importante, con un pueblo experimentado y sabio cuya fuerza nadie podrás quebrantar».
El primer ministro aludía a las protestas y disturbios que estallaron en Kiev el 30 de noviembre de 2103 y que culminaron casi tres meses después con la huida a Rusia del entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich.
El Servicio de Seguridad del Estado (SSE) de Georgia anunció este sábado que investiga un «posible plan de derrocamiento violento del Gobierno, y recordó que este delito se castiga con hasta 8 años de prisión.
Según el SSE, que llamó a los ciudadanos a ser cautelosos y a no dejarse arrastrar por provocaciones, «los líderes de determinados partidos políticos y ONG tienen como principal objetivo la toma violenta del poder».
La decisión del Gobierno de poner en pausa las negociaciones para la adhesión a la Unión Europa fue interpretada por la oposición como una señal de su propósito de llevar a Georgia al redil de Rusia.
«Otra noche de violencia en Tiflis: el Gobierno ilegítimo intenta con medios ilegales acallar a los georgianos que defienden su Constitución y la integración en Europa», escribió hoy en X la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, adversaria declarada de Sueño Georgiano, la formación gobernante.
Zurabishvili, cuyo mandato expira el próximo día 16, anunció que no dejará la jefatura del Estado debido a que el actual Parlamento es ilegítimo y no puede elegir al nuevo presidente, cuyas facultades son únicamente representativas según la Constitución.
La presidenta demanda la celebración de nuevas elecciones parlamentarias, ya que, al igual que los partidos opositores, ha denunciado que los comicios de octubre pasado fueron fraudulentos.
EFE